¿A quién le toca poner la silla según la Ley Silla: al patrón o al empleado?

La Ley Silla protege el derecho de los trabajadores a tener un asiento durante su jornada laboral. Aquí te explicamos quién debe cumplirla y cómo hacerla valer si no se respeta.
La Ley Silla es una disposición laboral en México que establece que los empleadores están obligados a proporcionar sillas o asientos con respaldo a los trabajadores, siempre que la naturaleza de sus funciones lo permita. Su propósito principal es evitar que los empleados pasen largas horas de pie sin necesidad, lo que puede causar problemas de salud y afectar el rendimiento.
Este derecho no es nuevo: forma parte de la Ley Federal del Trabajo desde hace décadas, pero ha cobrado mayor atención pública en los últimos años por su impacto en sectores como el comercio, el retail y los servicios. Es particularmente importante en empleos donde estar de pie todo el día no es una necesidad real, sino una práctica impuesta.
¿A quién le toca la Ley Silla?
Te recomendamos este videoSegún la Ley Silla, la responsabilidad de proporcionar el asiento recae completamente en el patrón o empleador, no en el trabajador. Esto quiere decir que si un empleado necesita una silla para desempeñar su trabajo o descansar durante pausas, es obligación del patrón facilitarla sin que el trabajador deba solicitarla o llevarla por su cuenta.
No cumplir con esta disposición puede generar sanciones para la empresa, ya que se considera una violación a los derechos laborales básicos. Además, las inspecciones de la Secretaría del Trabajo y Previsión Social (STPS) pueden verificar este cumplimiento como parte de su vigilancia regular.
En sectores donde se ha normalizado que los empleados estén de pie todo el día —como cajeros, recepcionistas o vendedores—, esta ley exige un cambio. Si el trabajo se puede hacer sentado, debe haber una silla disponible, sin excusas.
¿Cómo exigir la Ley?
Si en tu trabajo no te proporcionan una silla y consideras que la necesitas, tienes derecho a exigirla, y aquí te explicamos cómo hacerlo:
- Solicítalo directamente por escrito a tu jefe o recursos humanos, citando el artículo 132 de la Ley Federal del Trabajo.
- Documenta todo: guarda copias de tus solicitudes y cualquier respuesta.
- Si no hay respuesta o se niegan, acude a la STPS o presenta una queja ante la Profedet, que asesora y defiende gratuitamente a los trabajadores.
- También puedes hacer una denuncia anónima en línea o por teléfono ante la Secretaría del Trabajo.
Este no es un privilegio, sino un derecho laboral que busca proteger tu salud física y emocional. Nadie debe ser obligado a pasar ocho horas de pie si su función no lo requiere.
