Al borde del peligro: las jirafas podrían ser declaradas en peligro de extinción
Las jirafas enfrentan una grave amenaza de extinción por caza furtiva, cambio climático y pérdida de hábitat.
De acuerdo con un artículo de CNN, las jirafas están atravesando una crisis silenciosa. Su población ha disminuido drásticamente debido a factores como la pérdida de hábitat, la caza furtiva, la urbanización y los efectos del cambio climático, como sequías prolongadas. En respuesta, el Servicio de Pesca y Vida Silvestre de Estados Unidos propuso incluir varias especies de jirafas en la lista de animales amenazados o en peligro de extinción. Este sería el primer paso para proteger a estos emblemáticos mamíferos bajo la Ley de Especies en Peligro de Extinción.
Jirafas: ¿Qué significa estar en peligro de extinción?
Ser declarada como “especie en peligro de extinción” es el nivel más grave de amenaza, lo que indica que una especie está en riesgo inminente de desaparecer.
Te recomendamos este videoEn cambio, el término “amenazada” implica que una especie podría llegar a ese punto en un futuro cercano. Las protecciones propuestas buscan combatir problemas como el tráfico de vida silvestre y fomentar prácticas económicas sostenibles en las regiones afectadas.
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Según Martha Williams, directora del Servicio de Pesca y Vida Silvestre, estas medidas no solo apoyan la conservación de jirafas, sino que también garantizan que países como Estados Unidos no contribuyan a su declive. Entre las acciones propuestas, se encuentra la regulación del comercio de productos derivados de jirafas y la financiación de investigaciones para conservar su hábitat.
Subespecies en mayor peligro
De las nueve subespecies de jirafas que existen, las que enfrentan mayores amenazas son las jirafas de África occidental, de Kordofán y de Nubia, cuyas poblaciones han caído un 77% desde 1985, pasando de 25,653 a solo 5,919 ejemplares. También están en riesgo las jirafas reticuladas y masai de África oriental, que podrían ser incluidas en la lista de especies amenazadas.
La presión sobre las jirafas no solo proviene de la caza furtiva. Las sequías recurrentes y la competencia por recursos en sus hábitats naturales han reducido drásticamente su acceso a alimentos y agua. Mientras tanto, Estados Unidos se ha convertido en un importante mercado para productos derivados de jirafas, con más de 40,000 ejemplares importados en la última década, según un informe de 2018.
Próximos pasos en la conservación
Si se aprueba la normativa, será necesario obtener permisos para importar partes de jirafas a Estados Unidos, y se destinarán más recursos para la conservación. Los grupos ambientalistas han luchado desde 2017 para que se implementen estas protecciones y continúan trabajando para involucrar a la opinión pública. La propuesta está abierta a comentarios hasta febrero de 2025 y podría definirse dentro de un año.
Proteger a las jirafas es una carrera contra el tiempo. No solo se trata de salvar a una especie, sino de preservar el equilibrio de los ecosistemas que dependen de ellas.