Alfeñique: el arte dulce que le da color a las ofrendas de Día de Muertos en México

Las ofrendas de Día de Muertos en México son un festival de colores y aromas que son dignas de presumir. Dentro de los elementos que se incluyen en estos homenajes a las personas que ya no están, un grupo de dulces destaca de manera importante.

El alfeñique puede definirse como una obra de arte comestible. Esta técnica con pasta de azúcar permite presentar una infinidad de figuras; de todos los tamaños y colores. En esta nota, te contamos a detalle sobre estos dulces que se dominan a la perfección en distintas partes de México.

¿El alfeñique es mexicano?

Aunque no podemos presumir como propia estas figuras dulces de azúcar, actualmente si forman parte de las tradiciones de Día de Muertos en México. El alfeñique es de origen árabe; sin embargo, fue introducido a nuestro país gracias a los españoles. La técnica y dificultad detrás de este hibrido entre arte y gastronomía se centra en el dominio de la pasta, así como en la atención al detalle.

La variedad de figuras es inmensa, pues la creatividad humana ha permitido presentar alfeñiques en forma de animales, platillos típicos y hasta calaveras que hacen referencia a celebridades, músicos y figuras públicas. Aunque actualmente se utiliza pasta de azúcar, no siempre fue así, se utilizaba una pasta a base de almendras. 

Las ofrendas en México no son lo mismo sin el alfeñique

La temporada ideal para encontrar alfeñiques en México es sin duda el otoño; sobretodo en los mese de octubre y noviembre. Aunque todo el año pueden encontrarse en ciertos mercados locales o especializados, el alfeñique que caracteriza a la temporada de Día de Muertos presenta creaciones únicas.

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Con el objetivo de dar vida y color, estas figuras dulces son los elementos perfectos para adornar y personalizar con pequeños detalles las ofrendas. En cuanto a las figuras, la disponibilidad en variedad y tamaño no tiene límite. Es posible encontrar no solo calaveras; sino también frutas, animales, carros, casas y hasta platillos.

Obras de arte que pueden comerse 

Detrás del alfeñique, está el tiempo y dedicación de miles de mexicanos que se dedican específicamente a este arte. Al ver el resultado final, no queda duda de que es un proceso que requiere de mucha paciencia; cada figura presenta detalles que muchas veces no se analizan a simple vista. Vale la pena destacar que no todos los estados hacen las mismas figuras ni utilizan la misma mezcla. El factor en común es el azúcar; sin embargo, algunos estados agregan claras de huevo montadas, agua y hasta nueces o semillas para lograr otras texturas. 

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Finalmente, dentro de las ventajas de decorar con alfeñiques las ofrendas, además del color, pueden presumir un buen periodo de vida. Aunque están hechos con azúcar, si se mantienen en lugares frescos y lejos de la luz, mantiene su textura y color por varios días. Asimismo, muchas personas optan por no consumirlos y mejor coleccionarlos. Como tip para conservar estas figuras, lo mejor es barnizarlos para evitar atraer insectos. 

Así, el alfeñique ya es como si fuera de casa. Una técnica que los artesanos mexicanos no dudaron en aprender y darle su toque especial. El ingenio en México, ha convertido a estas figuras en verdaderas piezas de arte que van más allá de un simple dulce.