Así fue como San Antonio de Padua se volvió el santo de los solteros

San Antonio de Padua es conocido como el “santo casamentero” por una razón muy clara: miles de personas lo invocan cuando buscan pareja. Aquí te contamos cómo surgió esta tradición y qué rituales lo rodean.
Si alguna vez escuchaste frases como “ponlo de cabeza” o “ofrécele 13 monedas”, probablemente estabas cerca de una persona que confía en San Antonio de Padua para encontrar el amor. Aunque fue un predicador franciscano del siglo XIII, con el tiempo se ganó el apodo de santo de los solteros, y hoy en día es uno de los más populares para quienes andan buscando pareja.
La tradición no solo se mantiene viva, sino que sigue creciendo, sobre todo cada 13 de junio, día en que se celebra su fiesta.
¿Cómo se convirtió en el “santo casamentero”?
Te recomendamos este videoAunque San Antonio no es oficialmente el patrono del amor en los libros del Vaticano, sí lo es en la cultura popular. La leyenda más conocida cuenta que una joven, desesperada por casarse, acudió a él con fe y una flor. Milagrosamente, encontró pareja poco después. Desde entonces, se dice que el santo intercede para unir corazones.
Con el tiempo, muchas personas comenzaron a rezarle con la intención de encontrar una relación seria y duradera. Así nació la fama del San Antonio enamorado, y con ella, varios rituales curiosos.
Las prácticas más comunes para pedirle pareja
Estas son algunas de las tradiciones más conocidas:
- Poner la figura de San Antonio de cabeza hasta que “cumpla” el milagrito.
- Ofrecerle 13 monedas, simbolizando confianza y agradecimiento por lo que vendrá.
- Rezarle una oración especial, pidiendo que interceda por ti para encontrar una pareja basada en el amor, respeto y estabilidad.
Algunos también encienden una vela o colocan flores frente a su imagen mientras hacen la petición.
¿Qué se le pide exactamente a San Antonio?
No se trata solo de “que llegue alguien”. Muchas oraciones van más allá del deseo romántico. Se le pide:
- Sabiduría para saber cuándo llega la persona correcta.
- Paciencia para esperar el momento adecuado.
- Fortaleza para cerrar ciclos antes de empezar uno nuevo.
- Y claro, que la relación que llegue esté llena de amor y respeto.
Ya sea con una oración, una flor o poniéndolo de cabeza (con cariño, claro), hay quienes confían en que este santo puede dar ese empujoncito que a veces hace falta para abrirle la puerta al amor.
