¿Cuánto costó la Revolución Mexicana? Así se financió el movimiento armado
La Revolución Mexicana transformó la economía del país.
La Revolución Mexicana, uno de los movimientos sociales y políticos más importantes de la historia del país, no solo transformó las estructuras de poder, sino también impactó profundamente la economía. Pero, ¿cómo se financió este movimiento armado que duró más de una década?
Aquí exploramos las estrategias económicas utilizadas por los diferentes bandos para sostener su lucha.
Revolución Mexicana: Inicio de la economía revolucionaria
Te recomendamos este videoAntes de la Revolución, México tenía un sistema bancario consolidado que incluía instituciones como el Banco Nacional Mexicano, fundado en 1882 y transformado en el Banco Nacional de México en 1884. Durante el Porfiriato, el sistema financiero estaba diseñado para beneficiar a las élites, dejando a la mayoría de la población marginada. Sin embargo, la crisis bancaria de 1907 y la llegada de Victoriano Huerta al poder en 1913 desestabilizaron esta estructura.
Huerta utilizó recursos estatales como las reservas del Fondo Regulador de la Circulación Monetaria, ingresos fiscales y préstamos de bancos nacionales e internacionales para financiar su régimen. Por otro lado, los movimientos revolucionarios, encabezados por figuras como Emiliano Zapata y Pancho Villa, adoptaron métodos menos convencionales, como la emisión de papel moneda revolucionario, lo que provocó hiperinflación y una grave pérdida del poder adquisitivo.
La emisión de billetes revolucionarios
Los distintos grupos revolucionarios imprimieron enormes cantidades de papel moneda para financiar sus ejércitos. Sin embargo, esto resultó en una economía descontrolada. Los billetes perdieron rápidamente su valor, afectando a las comunidades campesinas que ya sufrían los estragos de la guerra. A pesar de ello, estas comunidades siguieron aportando recursos esenciales como alimentos, animales y mano de obra.
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En contraste, Venustiano Carranza intentó resolver el caos monetario con la emisión de los llamados billetes infalsificables. Aunque su intención era restaurar la confianza económica, estos esfuerzos fracasaron debido a la falta de respaldo y la desconfianza generalizada.
El regreso al patrón oro
Tras el triunfo de Carranza sobre Villa y Zapata, el gobierno revolucionario decidió regresar al patrón oro, estableciendo que los pagos se realizaran en moneda metálica. Además, en 1916, Carranza ordenó el cierre de los bancos y tomó el control de estas instituciones. Esto culminó en la reforma constitucional de 1917, que estableció que solo el gobierno tendría el monopolio de emisión de billetes.
Finalmente, en 1925, se fundó el Banco de México, cumpliendo con una de las principales reivindicaciones de la Revolución: garantizar una economía más equitativa y estable.
Las comunidades campesinas: los verdaderos financiadores de la Revolución Mexicana
Aunque los grandes líderes revolucionarios son los nombres que destacan en los libros de historia, las verdaderas fuerzas económicas detrás de la Revolución Mexicana fueron las comunidades campesinas. Ellos no solo aportaron hombres para luchar en los ejércitos revolucionarios, sino también alimentos, animales y el poco dinero que tenían, sacrificando su bienestar por la promesa de un cambio social.
La Revolución Mexicana dejó lecciones importantes sobre el impacto económico de un conflicto armado y cómo las estrategias financieras pueden determinar el curso de la historia. Más allá de las balas y los discursos, la economía fue el motor que mantuvo viva la lucha.