Elektra se retira de la Bolsa Mexicana de Valores: así será su proceso de privatización
Elektra dejará de cotizar en la Bolsa Mexicana de Valores en 2025.
La empresa Elektra ha tomado una decisión histórica: retirarse de la Bolsa Mexicana de Valores (BMV) en 2025. Esta medida tiene como objetivo fortalecer sus operaciones, reorganizar sus activos y maximizar su valor en los mercados nacionales e internacionales.
La salida de Elektra de la BMV no es un movimiento improvisado. Según un comunicado oficial, la empresa busca aprovechar sus activos digitales y físicos para potenciar su crecimiento. La decisión fue aprobada en una Asamblea General Ordinaria y Extraordinaria de Accionistas, donde también se votó por la cancelación de las acciones ante el Registro Nacional de Valores.
Elektra fuera de juego: ¿Por qué la Bolsa Mexicana de Valores suspendió su cotización?
Te recomendamos este videoEste paso implica que Elektra dejará de cotizar públicamente, marcando el inicio de una nueva etapa como empresa privada. Este tipo de movimientos no es ajeno a grandes corporativos que buscan mayor flexibilidad y menos presión del escrutinio público.
¿Quiénes dirigirán la transformación de Elektra?
Para liderar este proceso, Elektra ha designado un nuevo Consejo de Administración encargado de trazar la estrategia de privatización y reestructuración. Los consejeros que tendrán un papel clave son:
- Álvaro Alberto Calderón Jiménez – Director de Finanzas y consejero relacionado.
- Luis Jorge Echarte Fernández – Consejero relacionado.
- Ricardo H. Phillips Greene, Miguel Irurita y Jorge Gastélum – Consejeros independientes.
La designación de este equipo refleja la intención de reforzar las áreas financieras y digitales, permitiendo que Elektra se enfoque en sus principales activos sin las limitaciones de una empresa pública.
¿Por qué Elektra decidió salir de la Bolsa Mexicana de Valores?
El contexto detrás de esta decisión tiene varias aristas. Uno de los factores más relevantes es la inestabilidad financiera que enfrenta Elektra, en parte debido a las disputas fiscales con el Servicio de Administración Tributaria (SAT).
Además, en octubre de 2024, la Bolsa Mexicana de Valores suspendió temporalmente la cotización de sus acciones, citando inconsistencias y riesgos financieros. Al mismo tiempo, la calificadora S&P Global Ratings redujo la calificación crediticia de Elektra a BB con perspectiva negativa, advirtiendo sobre posibles deudas y contingencias fiscales.
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Estas advertencias y movimientos negativos en el mercado fueron señal de alarma para la empresa, que decidió tomar el control y salir del ojo público para reorganizarse desde dentro.
¿Qué implicaciones tiene esta salida para los inversionistas?
La salida de Elektra de la BMV implica que los inversionistas actuales deberán seguir un proceso para vender o mantener sus acciones antes de que se complete la privatización. Aunque los detalles sobre la compensación no se han revelado completamente, la empresa ha asegurado que los accionistas serán informados durante cada fase.
Para el sector financiero, la decisión podría interpretarse como una señal de precaución sobre el estado de las empresas mexicanas en medio de presiones fiscales y regulaciones.
Elektra y sus disputas fiscales con el SAT
Uno de los principales desafíos que enfrenta Elektra es su disputa con el SAT. La empresa, propiedad de Ricardo Salinas Pliego, mantiene procesos legales relacionados con el pago de impuestos de años anteriores, lo que ha generado incertidumbre sobre sus finanzas.
S&P Global advirtió que estas contingencias fiscales podrían deteriorar aún más la calificación de Elektra, lo que afectaría su acceso a financiamiento. A pesar de estos retos, la empresa sigue siendo un referente en el sector de comercio y banca, con una fuerte presencia en Latinoamérica.
¿Qué sigue para Elektra en 2025?
A partir de 2025, Elektra se enfocará en consolidar su posición fuera del mercado bursátil, apostando por expansión digital y optimización de sus operaciones físicas.
Se espera que el proceso de privatización concluya en el primer trimestre del año, momento en el cual la empresa dejará de cotizar formalmente en la Bolsa Mexicana de Valores.
El camino hacia la privatización representa un cambio radical para Elektra, pero también una oportunidad para reinventarse y enfrentar sus retos sin la presión de los mercados públicos.