Las estafas románticas más comunes en las aplicaciones de citas
Para que no te flechen los ciberdelincuentes con las aplicaciones de citas, toma nota de cuáles son las estafas más comunes.
En las aplicaciones de citas todo comienza con un match. Y a veces, sin saberlo, los usuarios le están abriendo la puerta a los ciberdelincuentes.
Tinder, Bumble, Grindr, Badoo son algunas de las apps que sirven como Cupido para flechar a los enamorados virtuales.
Te recomendamos este videoSin embargo, los engaños románticos son una constante tanto en las aplicaciones de citas como en las redes sociales.
Las ‘estafas del amor’ le cuestan hasta mil 300 millones de dólares a las empresas en San Valentín, de acuerdo con el informe de Netskope “Year in Review, Cloud and Threat Report”.
Los casos de fraude no se limitan al 14 de febrero, pero es cuando las víctimas son más vulnerables.
Las trampas más comunes en las aplicaciones de citas
En San Valentín, la compañía ESET enlista los engaños más reportados en las estafas románticas en aplicaciones de citas y redes sociales tomando como referencia un informe de la Comisión Federal de Comercio de Estados Unidos.
1. El pretexto de la enfermedad, heridas y hasta la cárcel
Hay situaciones que suelen generar una empatía casi inmediata. Una enfermedad, una herida con tintes de emergencia, y hasta en algunos casos, el hecho de estar en la cárcel.
Estas son las principales excusas elegidas por los estafadores para llevar a cabo el 24 por ciento de sus engaños románticos.
Lo cierto es que una vez que se generó el vínculo y la víctima cree que realmente se encuentra en una relación amorosa, el estafador comenzará a pedir dinero aduciendo tener algún inconveniente con sus cuentas bancarias, algún tipo de impuesto o gasto vinculado al ámbito carcelario.
2. La estafa con criptomonedas
El armado de un perfil falso en redes sociales y en aplicaciones de citas que denote un nivel económico y social alto es el primer paso de los estafadores para llevar a cabo otro de sus engaños preferidos.
Se trata de conseguir víctimas mediante una supuesta relación amorosa, que después vira en un consejo infalible de inversión de dinero o en criptomonedas.
Si logra que la víctima realice la inversión, los ciberdelincuentes podrían dirigirla a falsos sitios web que parecerían indicar que su decisión de invertir fue más que acertada.
Y a partir de ello, buscar que la persona engañada siga poniendo en juego cantidades cada vez más importante de dinero. La ganancia, en este caso, estará asegurada, pero para el estafador.
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3. El militar en un país lejano
Aprovechándose del nombre real de un soldado y quizás sumando su parecido físico, el estafador se hace pasar por un militar que está prestando servicio en un país de Medio Oriente, con una historia trágica, y cuyo servicio en las Fuerzas está por concluir.
Tras crear un sólido vínculo sentimental con la víctima en aplicaciones de citas, una de las excusas que utilizan para obtener dinero es que lo necesita para acceder a una conexión a Internet buena confiable, para adquirir boletos de avión de regreso, o bien para la cobertura médica.
4. Envío de regalos costosos
Otra de las grandes mentiras que utilizan los ciberdelincuentes es la que involucra un supuesto paquete con regalos para la víctima.
Luego de consolidar la relación a distancia, y de prometer un encuentro en persona, el estafador asegura haber enviado un regalo vía mensajería. Lo cierto es que el envío nunca llega y es por una supuesta multa de la aduana que lo está reteniendo.
El estafador pide, entonces, a la víctima que le facilite parte o todo el dinero del impuesto (una suma que suele ser bastante excesiva) y claro, al acceder, la víctima no solo se queda sin el prometido regalo sino también sin su dinero.
5. Propuesta de casamiento
Una de las excusas predilectas por los estafadores es hacer sentir a la víctima que hay una conexión extraordinaria y especial entre ellos y que la relación debe avanzar al siguiente nivel, es decir, el casamiento.
Para ello, el estafador que se conoció en aplicaciones de citas pedirá dinero, por ejemplo, para su boleto de avión o bien para los detalles organizativos de la supuesta boda.
6. La promesa de la herencia misteriosa
La recompensa parece ser excesivamente tentadora: una herencia en oro o dinero.
Lo cierto es que los ciberdelincuentes, una vez que entablan confianza con su víctima, le confirman que para obtener la supuesta herencia de un familiar, debe casarse, y es ahí donde los inconvenientes empiezan a surgir.
Por un lado, la existencia de unos impuestos de aduana que por cuestiones administrativas debe pagar la víctima, y luego el pedido del pago del boleto de avión para que el “pretendiente” finalmente conozca a la ilusionada novia en persona.
Lo único que verá la víctima es cómo se vacía su cuenta bancaria y que todo en realidad era una mentira.
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7. El náufrago petrolero viudo
La historia del ingeniero en una plataforma petrolera en Dubai o algún otro sitio muy vinculado a esta industria, como el Golfo de México, Australia o Noruega ha ganado gran popularidad.
Su origen, por ejemplo, puede ser irlandés, inglés, canadiense o estadounidense, es viudo o se encuentra divorciado y tiene a su cuidado un hijo muy enfermo o que vive en un internado.
Una vez ganada la confianza de la víctima, comienza la estafa: por el supuesto bloqueo de su tarjeta de crédito, pide a su víctima que le envíe dinero de manera urgente o bien tarjetas de regalo de Amazon.
Así, los pedidos de dinero sucederán una y otra vez, hasta que la víctima de aplicaciones de citas se da cuenta de que nada es real, y que su dinero nunca volverá.
8. Fotos íntimas
Tras un largo trabajo de generar un vínculo y crear la confianza suficiente, los ciberdelincuentes piden a la víctima que envíe fotos íntimas para ir un paso más allá en su relación a distancia.
Lo cierto es que al hacerlo, el estafador extorsiona al usuario con hacerlas públicas en caso de que no le envíe el dinero exigido.
Este ciclo una vez que comienza no para, ya que se aumentará el monto de las cantidades solicitadas de dinero, hasta que la víctima se niegue a seguir pagando.