¿Posees un terreno abandonado desde hace tiempo? Así puedes convertirte en propietario

Si has ocupado un terreno abandonado por más de 10 años, podrías reclamarlo legalmente.
Si has ocupado un terreno abandonado por más de una década, es posible que puedas reclamar la propiedad de manera legal en México. Este proceso, conocido como prescripción adquisitiva o usucapión, está contemplado en el Código Civil y permite que una persona sea declarada propietaria de un bien inmueble tras haberlo poseído de manera continua, pacífica y pública.
Aquí te contamos cómo funciona este mecanismo y qué pasos debes seguir para hacerlo realidad.
Apropiación de terreno abandonado: ¿Qué es la prescripción adquisitiva?
Te recomendamos este videoLa prescripción adquisitiva es un derecho que otorga la ley a las personas que han ejercido posesión sobre un inmueble por un periodo de tiempo determinado. En México, este plazo varía según el caso: puede ser de cinco años si se tiene un justo título y se actúa de buena fe, o de diez años cuando no existe título alguno. Durante este tiempo, la posesión debe ser continua, pacífica y con la intención de actuar como dueño del bien.
Es importante destacar que este derecho no aplica a terrenos baldíos o propiedades pertenecientes al Estado, ya que estos bienes están protegidos por la ley y no pueden ser adquiridos mediante este mecanismo.
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¿Qué requisitos necesitas cumplir para ser dueño de un terreno abandonado?
Para poder reclamar la propiedad de un terreno abandonado, es necesario cumplir con los siguientes requisitos:
- Poseer el terreno por el tiempo estipulado por la ley: Al menos cinco años con justo título y buena fe, o diez años sin título.
- Demostrar posesión continua y pacífica: Esto implica que no se debe haber recurrido a la violencia para ocupar el terreno, ni haber sido interrumpido por el propietario original.
- Actuar con ánimo de dueño: La posesión debe incluir acciones que reflejen el comportamiento de un propietario legítimo, como mantener, mejorar o proteger el terreno.
Además, será necesario presentar pruebas que respalden estos puntos, como recibos de pago de servicios, fotografías que demuestren el uso del terreno, declaraciones de testigos o contratos relacionados con la propiedad.
¿Cómo iniciar el proceso de prescripción adquisitiva?
Existen dos vías principales para solicitar la propiedad de un terreno abandonado:
- Vía judicial: Este es el método más común y consiste en presentar una demanda ante un juez civil. Un abogado debe ayudarte a redactar la demanda y presentar las pruebas necesarias para demostrar la posesión y el cumplimiento de los requisitos legales. El juez evaluará el caso y, de ser favorable, emitirá una sentencia que te declare propietario.
- Vía notarial: En algunos estados de México, es posible realizar este trámite ante un notario público, siempre y cuando no exista conflicto sobre la posesión del terreno. Este procedimiento suele ser más rápido, pero también requiere presentar pruebas suficientes y cumplir con los requisitos legales.

¿Cómo saber si un terreno tiene dueño?
Antes de iniciar el proceso, es importante verificar si el terreno tiene un propietario registrado. Esto se puede hacer a través de:
- Consulta en el Registro Público de la Propiedad: Aquí podrás obtener el certificado de libertad de gravamen, que indica si el terreno está registrado y a nombre de quién.
- Investigación en oficinas de catastro: Estas oficinas municipales pueden proporcionar información sobre la ubicación y registro del predio.
- Consulta con vecinos: Aunque no es un método oficial, puede ayudar a reunir información preliminar.
¿Qué pasa si el terreno es baldío?
Si el terreno es considerado baldío, pertenece al Estado y no puede ser adquirido mediante la prescripción adquisitiva. En este caso, podrías solicitar una concesión o permiso de uso ante las autoridades correspondientes, pero nunca reclamar la propiedad.
¿Por qué es importante regularizar un terreno?
Convertirse en propietario legal de un terreno abandonado no solo te otorga seguridad jurídica, sino que también te permite utilizar el terreno de manera formal, acceder a créditos hipotecarios, vender la propiedad o heredarla a tus familiares.
Regularizar un terreno también contribuye al orden urbano y evita futuros conflictos legales.