¿Qué está en juego en las elecciones del Congreso de Estados Unidos?
Las elecciones al Congreso de Estados Unidos determinarán quién ocupará los escaños en la Cámara de Representantes y el Senado.
Estados Unidos se encuentra en una coyuntura crítica. El futuro político de la nación dependerá no solo de las elecciones presidenciales en las que se decidirá quién llegará a la Casa Blanca: Kamala Harris o Donald Trump, en este proceso electoral también se juega el control del Congreso.
Con todos los escaños de la Cámara de Representantes y un tercio del Senado en juego, los demócratas y republicanos se disputan el control de la mayoría para impulsar sus programas legislativos en los próximos años.
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Estas elecciones podrían remodelar el equilibrio de poder, afectando a las decisiones sobre cuestiones cruciales como la economía, la sanidad, y la política exterior.
El único presidente en la historia de Estados Unidos en haber obtenido el 100 % de los votos
Hay mucho en juego: el partido mayoritario en cada cámara tendrá una influencia significativa sobre las prioridades legislativas y el poder de impulsar o paralizar la agenda del presidente o presidenta en turno.
Con los demócratas intentando mantener su influencia y los republicanos luchando por recuperar la mayoría, estas elecciones prometen ser unas de las más polémicas e impactantes de la historia reciente, de acuerdo con expertos.
Congreso de Estados Unidos, ¿por qué son tan importantes las elecciones?
El resultado de las elecciones de Estados Unidos afectará a cuestiones nacionales clave, desde el crecimiento económico y la reforma sanitaria hasta el gasto militar, las iniciativas climáticas y los derechos reproductivos de las mujeres.
A continuación, te compartimos seis claves para entender lo que está en juego en el Congreso y su importancia para el futuro de los estadounidenses.
1. La mayoría demócrata está en riesgo en la Cámara de Representantes
Los 435 escaños de la Cámara de Representantes están en juego, lo que la convierte en el principal campo de batalla para ambos partidos.
Un cambio en el control de la Cámara podría remodelar la agenda legislativa en cuestiones nacionales clave como la reforma fiscal, la sanidad y la seguridad social.
El partido que ostenta la mayoría en la Cámara establece la agenda legislativa, influyendo en la asignación de comisiones, las audiencias y los calendarios de votación.
Según un análisis del periódico The Guardian, los republicanos pretenden ampliar su actual posición en el Congreso de Estados Unidos, con la esperanza de introducir medidas destinadas a abordar las preocupaciones sobre la seguridad fronteriza y la inflación.
Por su parte, los demócratas pretenden mantener y ampliar su influencia, haciendo hincapié en políticas como la igualdad económica y el acceso a la sanidad. El control de la Cámara es vital para que cualquiera de los partidos pueda aprobar leyes sin resistencia significativa, explica Joan E. Greve.
2. Estados indecisos meten presión a la reñida disputa por el control del Senado
Aunque este año solo se disputa un tercio de los 100 escaños del Senado, el resultado seguirá influyendo profundamente en las posibilidades legislativas.
Si un partido logra el control tanto de la Cámara de Representantes como del Senado, podría agilizar o bloquear la agenda del presidente o presidenta, dependiendo de la afiliación de la administración.
Las elecciones al Senado suelen decidirse por estrechos márgenes, lo que hace que cada estado sea decisivo.
Analistas de Reuters advierten que en varios estados indecisos las elecciones sean muy reñidas, y que los escaños ocupados por senadores moderados o en estados políticamente divididos atraigan la atención nacional.
El papel único del Senado en la aprobación de los jueces federales y los candidatos al Tribunal Supremo añade otro nivel de importancia, ya que el partido en el control puede dar forma al futuro del poder judicial durante décadas.
3. Quien gane tendrá el poder absoluto sobre la política económica
Las decisiones de los votantes tendrán un impacto directo en la trayectoria económica del país. En un entorno marcado por las presiones inflacionistas, muchos candidatos han hecho del alivio económico una parte central de su plataforma.
Los republicanos hacen hincapié en los recortes fiscales y la desregulación como formas de estimular el crecimiento empresarial y reducir la inflación.
Mientras que los demócratas se centran en la protección de los trabajadores y en una sanidad asequible para aliviar las cargas financieras de los hogares.
En este sentido, analistas de la BBC explican que los resultados económicos y el crecimiento del empleo son siempre temas prioritarios para los votantes, y este ciclo electoral refleja un intenso debate sobre la mejor manera de abordarlos.
Sea cual sea el partido que obtenga la mayoría, dirigirá la política económica, que afectará a todo, desde las leyes sobre salario mínimo hasta las estructuras fiscales de las empresas.
4. Política exterior y seguridad nacional, temas cruciales
El equilibrio de poder en el Congreso de Estados Unidos también influirá en la política exterior de Estados Unidos, incluida la ayuda militar, las alianzas internacionales y los acuerdos comerciales.
Cuestiones como la relación entre Estados Unidos y China y el apoyo a la OTAN se están debatiendo más que nunca a la luz de las recientes tensiones geopolíticas.
Un Congreso controlado por los republicanos podría impulsar un mayor financiamiento militar y políticas más enérgicas contra los adversarios percibidos, mientras que los demócratas podrían centrarse en soluciones diplomáticas y alianzas.
Un reporte de Fox 5 San Diego destaca que las cuestiones internacionales se han convertido en el centro de los debates de campaña, y ambos bandos tratan de proyectar fuerza y unidad en cuestiones de seguridad nacional.
5. Combate al cambio climático dependerá de quién gane la mayoría en el Congreso
La política medioambiental es otro ámbito clave que se verá afectado por las elecciones al Congreso. Los demócratas han destacado las iniciativas climáticas y las inversiones en energía verde, por considerarlas medidas necesarias para hacer frente al calentamiento global y construir una economía sostenible.
Por su parte, los republicanos han abogado por un enfoque más comedido, a menudo haciendo hincapié en la independencia energética y el equilibrio entre los objetivos medioambientales y económicos.
“En un momento en que la política climática ocupa un lugar central en las plataformas de los partidos demócrata y republicano, la orientación de la normativa medioambiental estadounidense dependerá en gran medida de quién ostente la mayoría en el Congreso”, se lee en análisis de The Guardian.
6. Preocupación por las cuestiones sociales y supervisión judicial
Las cuestiones sociales también ocupan un lugar destacado en la agenda, con ambos partidos compitiendo por controlar decisiones que afectan a los derechos civiles, el acceso a la sanidad y los derechos reproductivos de las mujeres.
El Congreso de Estados Unidos tiene poder para introducir o bloquear legislación sobre estas cuestiones y para supervisar las decisiones judiciales.
Estas elecciones también podrían influir en los nombramientos judiciales si se producen vacantes en la judicatura federal o incluso en el Tribunal Supremo.
El control del Senado es especialmente crucial en este caso, ya que tiene autoridad para confirmar o rechazar a los candidatos judiciales, explica Reuters en un análisis.
“La composición ideológica del poder judicial tiene implicaciones a largo plazo para la política estadounidense, lo que convierte las elecciones al Senado en un punto de interés para los votantes preocupados por la justicia social y las libertades individuales”.