¿Qué pasa si tu coche no aprueba la verificación vehicular? guía de pasos a seguir
Si tu auto no pasó la verificación vehicular en CDMX o Edomex, no te preocupes. Conoce los pasos a seguir, las oportunidades que tienes y las fallas más comunes para que logres aprobarla.
La verificación vehicular es un trámite obligatorio en la Ciudad de México y el Estado de México, fundamental para mitigar las emisiones contaminantes y mejorar la calidad del aire. Sin embargo, no siempre es un proceso sencillo.
Si tu vehículo no logró aprobar la verificación vehicular, es crucial conocer los pasos a seguir para corregir la situación de manera eficiente y evitar sanciones o restricciones de circulación. Este documento detalla las causas comunes de rechazo y las oportunidades para una segunda verificación.
El “rechazo técnico”: entendiendo las causas
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Cuando un automóvil no cumple con los parámetros establecidos en el centro de verificación, se emite un “rechazo técnico”. Este dictamen genera incertidumbre en los propietarios, quienes deben identificar y corregir las deficiencias.
Las principales razones de un rechazo pueden ser:
- Emisiones visibles: La expulsión de humo visible (negro o azul) es un motivo de rechazo inmediato, señalando problemas en la combustión o la quema de aceite del motor.
- Exceso de contaminantes: Los niveles de monóxido de carbono, óxidos de nitrógeno o hidrocarburos superan los límites permitidos por la normativa ambiental.
- Adeudos pendientes: La existencia de multas de tránsito o pagos de tenencia atrasados puede impedir la realización del trámite, independientemente del estado mecánico del vehículo.
Oportunidades tras un rechazo en la verificación vehicular
Si su automóvil no aprobó la verificación vehicular en el primer intento, el programa establece un procedimiento para una segunda oportunidad.
- Segundo intento sin costo: Es posible realizar una segunda verificación sin cargo adicional. Para ello, es indispensable acudir al mismo centro de verificación.
- Plazo límite: La segunda prueba debe efectuarse dentro de los 30 días naturales posteriores a la fecha del rechazo inicial. El cumplimiento de este plazo es crucial para mantener la gratuidad.
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En caso de que el vehículo tampoco apruebe en la segunda prueba, el propietario deberá solicitar una constancia técnica de no aprobación. Este documento es vital, ya que detalla las razones específicas del rechazo, permitiendo identificar los problemas exactos que deben corregirse.
Es importante destacar que esta constancia no sustituye al holograma, pero funciona como respaldo técnico y es un requisito para intentos subsiguientes.
Es relevante saber que los propietarios tienen derecho a realizar las pruebas necesarias hasta que su automóvil apruebe la verificación vehicular. No obstante, a partir del tercer intento, cada prueba generará un costo adicional.
Por ello, se recomienda encarecidamente atender y resolver los problemas desde el primer rechazo para optimizar tiempo y recursos.
Causas comunes de rechazo en la verificación vehicular
La Secretaría de Movilidad de la CDMX (Semovi) ha identificado las fallas más recurrentes que impiden la aprobación en la verificación vehicular:
- Emisión de humo visible: Indica una combustión incompleta o el consumo de aceite.
- Niveles elevados de contaminantes: Superan los límites máximos permitidos por la norma.
- Fallas mecánicas: Problemas en el motor, el sistema de inyección, las bujías o el convertidor catalítico, que afectan la eficiencia y aumentan las emisiones.
- Sensor de oxígeno defectuoso: Un fallo en este sensor altera la mezcla aire-combustible, incrementando las emisiones contaminantes.
- Luz de “Check Engine” encendida: Si esta luz de advertencia está activa en el tablero, el vehículo no aprobará la verificación hasta que se resuelva la causa subyacente.
- Adeudos pendientes: Multas o pagos de tenencia atrasados son causas directas de rechazo del trámite.
Vehículos exentos de verificación vehicular
Es importante señalar que los automóviles híbridos y eléctricos están exentos del programa de verificación vehicular. Estos vehículos, al utilizar tecnologías de bajas o nulas emisiones contaminantes, son reconocidos por su contribución ambiental.
Se identifican por tener placas con una hoja verde, lo que valida su exención del proceso.