¿Sabías que un árbol mexicano puede causar quemaduras graves? Este fenómeno natural es atribuido al árbol mexicano que produce quemaduras, conocido científicamente como Metopium brownei, aunque en la región sureste de México y la península de Yucatán es más comúnmente llamado Chechén Prieto o Goao de Costa.

Este árbol, aparentemente inofensivo, guarda un potente secreto en su savia, que puede provocar lesiones severas en la piel.

¿Cómo identificar al árbol mexicano Chechén que produce quemaduras?

El árbol mexicano que produce quemaduras es una especie perteneciente a la familia Anacardiaceae, y puede alcanzar hasta 25 metros de altura. Su corteza escamosa, tronco recto y hojas onduladas con manchas oscuras lo hacen fácilmente reconocible. Sus frutos, pequeñas bayas amarillas o anaranjadas, le dan un aspecto atractivo, pero este árbol es más peligroso de lo que parece.

El Chechén produce una savia tóxica que contiene urushiol, un compuesto químico que, al contacto con el aire, se oxida y toma un color negro. Este compuesto es el responsable de causar quemaduras en la piel. Incluso el simple contacto con la corteza, la sombra del árbol o el rocío que cae sobre sus hojas puede provocar reacciones adversas, especialmente en personas con piel sensible.

¿Qué efectos tiene la savia tóxica?

El contacto con la savia del árbol mexicano que produce quemaduras no genera efectos inmediatos. Sin embargo, minutos después, las zonas afectadas comienzan a mostrar manchas negras que eventualmente derivan en dermatitis severa, hinchazón, ampollas y, en los casos más graves, quemaduras de hasta segundo grado. Estos síntomas pueden tardar días en desaparecer y suelen ser extremadamente dolorosos.

A pesar de lo alarmante que suena, no todo está perdido. En muchas ocasiones, junto al Chechén crece un árbol conocido como Chacá, cuya savia funciona como el antídoto natural para los efectos del Chechén. Esta relación simbiótica no solo es un recurso medicinal, sino también parte de una interesante leyenda maya.

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La leyenda maya del Chechén y el Chacá

En la mitología maya, se cuenta que dos hermanos guerreros, Kinich y Tizic, representaban el bien y el mal, respectivamente. Kinich era gentil y bondadoso, mientras que Tizic era arrogante y cruel. Ambos se enamoraron de la misma mujer, Nicté-Ha, y decidieron enfrentarse en un duelo a muerte por su amor. En la batalla, ambos murieron, pero al llegar al inframundo, suplicaron a los dioses la oportunidad de redimirse.

Los dioses les permitieron regresar al mundo, pero con una condición: siempre estarían juntos. Tizic renació como el Chechén, un árbol tóxico que provoca dolor, mientras que Kinich volvió como el Chacá, cuyo néctar alivia las heridas causadas por el primero.

¿Cómo protegerse del Chechén?

Si estás explorando la península de Yucatán o áreas donde crece este árbol, es fundamental evitar el contacto con su corteza, hojas o savia. Si por accidente tocas un Chechén, busca rápidamente un Chacá para utilizar su savia como antídoto. También es recomendable lavar la piel afectada con abundante agua y buscar atención médica en caso de quemaduras graves.

El árbol mexicano que produce quemaduras, aunque peligroso, también es una fascinante parte del ecosistema y la cultura de México.