Esta es la historia real detrás de ‘Inventando a Anna’, el nuevo éxito de Netflix
¿Qué tanto de verdad y qué tanto de mentira tiene esta serie de Netflix? Te contamos la historia real que inspiró Inventando a Anna de Netflix
Hay ocasiones que las historias más inverosímiles no son las ficticias, sino las reales, y un ejemplo esto es la historia de Inventando a Anna.
Anna Sorokin o Anna Delvey, es una estafadora que demostró que no siempre hace falta tener dinero para conseguir viajes, hoteles o entradas exclusivas. Con parecer que tienes dinero, basta. La historia de Anna Sorokin -quien logró engañar a la elite de Nueva York, defraudar nada menos que $275,000 dólares, y estuvo a nada de conseguir 25 millones de un fondo de inversión- está ya en Netflix, y aquí te contamos cuál es la historia real detrás de Inventando a Anna.
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¿Cuál es la historia real de Anna Sorokin de ‘Inventando a Anna’ de Netflix?
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Anna Sorokin, quien se hacía pasar como Anna Delvey, nació en Rusia pero se crio en Alemania. Su papá es un camionero que no tuvo suerte al emprender una empresa de transportes, y su mamá es ama de casa. Esto contrasta con la versión que Anna le contaba a sus amigos y contactos, donde ella era hija de un gran empresario alemán. Logró que muchas personas se lo creyeran, al grado de estafar a amigas, y hasta “robó” un jet privado.
Anna Sorokin durante su juicio
Jessica Pressler, la periodista que sacó a la luz esta historia
La historia real de Inventando a Anna salió a la luz gracias a Jessica Pressler, una periodista que trabaja para la New York Magazine. Esta historia fue, en cierta forma, una especie de redención. Y es que en 2014 se reveló que una historia que Pressler había relatado, en la que un menor de edad había ganado $72 millones de dólares en acciones, era una mentira. El joven en quien se basó, Mohamed Islam, aceptó que nada era verdad. Y aunque Pressler se defendió, y dijo que la historia había sido suficientemente escéptica para que se tomara como una verdad absoluta, esto le costó el trabajo.
Pero Pressler siguió contando historias y hallo la de Anna Sorokin. De hecho, en la serie de Netflix, el personaje de Pressler es el único que no tiene su nombre real. En Inventando a Anna se llama Vivian. Este personaje es algo “apestado” entre la comunidad periodística debido a un articulo en el que afirmó que un joven ganó $80 millones de dólares y era todo mentira. Es claro que Vivian es el mismo personaje que Pressler. Ahora la periodista no solo recuperó su trabajo en New York Magazine, sino que fue productora de esta serie.
Anna Chlumsky como Vivian
¿De verdad Anna Delvey robó un jet?
Volviendo a Anna Delvey, en Inventando a Anna se ve con particular dramatismo cómo se le acusa de haber “robado un jet”. Podríamos decir que este suceso “no es falso, pero se exagera”. La verdad es que si bien no robó el jet como tal, sí estafó a los trabajadores de Blade (una app popular entre gente adinerada que sirve para reservar y alquilar aviones privados) para que le alquilaran el avión que costaría $35,000 dólares. Les envió falsas confirmaciones de transferencias bancarias, les dijo que era hija de un empresario alemán, y los convenció.
Obviamente nunca se concretaron estas transferencias y ella voló gratis en el jet. Según el abogado de Anna, Todd Spodek, no fue que ella robara algo, “simplemente” se aprovechó de lo que los demás pensaban de ella: “Creían que era una heredera alemana […] Creían que ella era una creadora de tendencias que la iba a publicar en Instagram. Y le dieron el avión”, dijo Spodek.
Julia Garner como Anna Sorokin
La estafa que hundió a Anna
Y quizá la estafa que determinaría su eventual captura, condena y encierro, fue la que le hizo a su amiga Rachel Williams en 2016, como bien lo muestra la serie. En Inventando a Anna vemos cómo Anna se lleva a Rachel a un hotel en Marruecos. Pero luego de que todas las tarjetas de Delvey rebotaran, Rachel tuvo que usar la del trabajo y pagar los gastos.
Rachel Williams es muy real y de hecho fue editora de fotografía para Vanity Fair. Cuenta que Anna prometió enviarle una transferencia a su amiga lo más pronto posible. Pero pasaron los días, incluso las semanas, y los meses, y jamás llegó tal pago.
Rachel Williams
La historia real de cómo atraparon a Anna Sorokin
Sin embargo, Williams no lo dejaría así. En sus memorias de 2019, tituladas, My Friend Anna, Williams relata que ella fue parte integral del arresto de Sorokin. Arresto que sucedió en octubre de 2017. Al parecer Sorokin no se presentó a una audiencia por un crimen menor, la policía habló con a Rachel para que les ayudara a encontrarla. Williams puso manos a la obra para volver a contactar a su ex amiga y que la atraparan. Fue así que la citó en un restaurante, dónde la policía eventualmente llegó. Rachel jamás fue a ese restaurante, pero tampoco quería que Anna se enterara: “Quería que creyera mi mentira” dijo en sus memorias.
Los vestidos que usó Anna en el juicio
Y por último, ¿Es real la historia de Inventando a Anna en la que un estilista profesional vistió a la protagonista durante su juicio? En términos llanos, sí. En 2018 se reveló que Anastasia Walker, una estilista que tuvo por clientes a personajes como Madonna y Courtney Love, vistió a Anna Sorokin durante sus juicios. De hecho hay una cuenta en Instagram que recoge todos estos outfits @annadelveycourtlooks.
Anna Sorokin sigue en la cárcel aunque ya no por estafa, sino por infracciones migratorias. Lucha por no ser deportada. Cuando The New York Times le preguntó si “el crimen pagaba” ella respondió que sí. Pues Netflix pagó $320,000 dólares para poder contar su historia.