Ritmos latinos y mucho baile: así serán las coreografías de Santos Bravos, la nueva boy band de Hybe Latin América
Santos Bravos fusiona el K-pop con el sabor latino. Marcelo, su coreógrafo, revela cómo entrenan y por qué marcarán un antes y un después.
Con una fusión nunca antes vista entre la disciplina del K-pop y la fuerza expresiva del baile latino, Santos Bravos promete prender los escenarios del mundo. Y detrás de sus movimientos milimétricamente sincronizados está Marcelo, coach y coreógrafo principal del grupo, quien compartió en entrevista exclusiva cómo se vive el proceso de formación de la primera boy band latina de Hybe Latin América.
“Me llamó la atención el proyecto porque no había escuchado algo así antes”, confiesa Marcelo, recordando la llamada que lo llevó a integrarse a esta propuesta revolucionaria. Con experiencia en el entrenamiento de artistas como Bad Bunny, J Balvin, Ozuna y Camila Cabello, el coreógrafo asegura que el reto no es menor: combinar el sabor latino con el perfeccionismo coreano.
Disciplina física, mental y artística
Te recomendamos este videoEl entrenamiento de Santos Bravos no solo se centra en lo físico. Marcelo lo deja claro: “También los entreno mentalmente. Esta industria exige mucho y los chicos deben estar preparados en todos los sentidos”. La rutina incluye ejercicios de resistencia, técnica de baile, sesiones de enfoque emocional y, por supuesto, horas intensas de práctica coreográfica.
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Pero más allá del rigor, hay espacio para la exploración: “Este es su laboratorio. Yo les digo que experimenten y lo hacen: prueban movimientos más sexys, más latinos. Necesitan ese sabor”. Y no se refiere solo a pasos: en su entrenamiento también están presentes ritmos como la salsa, la cumbia o el reguetón, mezclados con la precisión escénica del K-pop.

¿Un antes y un después?
Cuando se le pregunta si Santos Bravos puede marcar un cambio en la industria, Marcelo no duda: “Va a marcar un gran cambio. Estamos creando algo nuevo que no se ha visto. Es un proceso de descubrimiento”. En sus palabras, el grupo podría ser el inicio de una nueva etapa para el pop latino internacional, con el baile como puente entre culturas.
El compromiso no es solo técnico, también emocional. “Están lejos de su familia, en otro país, enfrentando una exigencia muy alta para su edad. La gente no siempre ve eso, pero es un trabajo que los forja, que los transforma”, señala el coreógrafo.
Una transformación real
Entre los momentos que más lo han conmovido está la evolución de uno de los integrantes: “Un chico argentino que no bailaba al inicio… fue mi mejor alumno la semana pasada. Ese tipo de progresos son los que más me emocionan.”
La sincronía, explica, es clave. No solo en los pasos, sino también en los valores: “Buscamos armonía, respeto, conexión entre ellos. Todo eso se refleja en el escenario”.

Inspiraciones y futuro
Aunque el grupo está en construcción, las influencias son amplias y globales. Marcelo menciona sus trabajos previos con íconos del pop y del urbano como parte de su bagaje. “Pero esto no es copiar, es crear. Estamos generando movimientos y sonidos nuevos.”
¿Y más adelante? “Podría haber una academia enfocada en boy bands latinas. Por ahí va la cosa… pero aún no puedo dar detalles”, adelanta.
El mensaje final
Para cerrar, Marcelo hace una invitación clara al público: “Estén pendientes de lo que viene. Lo que están construyendo los chicos es algo que no hemos visto. Y sé que va a conectar con la audiencia, especialmente en México, donde el baile tiene un lugar tan especial”.
Santos Bravos aún no debuta, pero ya está dando de qué hablar. Y si algo promete esta propuesta es lo que su nombre grita: fuego, ritmo y mucha, mucha valentía.