¿Qué hace más daño: una Coca-Cola o un chocolate del Bienestar?
Tanto el chocolate del Bienestar como la Coca-Cola tienen advertencias. Pero ¿cuál es más dañino para la salud? Te lo explicamos sin rodeos, con datos, contexto y una comparación directa.
Vamos a ser honestos: a la mayoría nos encanta darnos un gusto. Un chocolate caliente en la tarde lluviosa, una Coca-Cola bien fría con los tacos… Pero cuando ya tienen sellos negros o leyendas que te dicen “No es para niños”, es inevitable preguntarse: ¿y esto qué tanto daño me hace?
Pues bien, con el reciente lanzamiento del chocolate del Bienestar y el dictamen que reforma, adiciona y deroga diversas disposiciones de la Ley del Impuesto Especial sobre Producción y Servicios (IEPS) con las que se actualiza las cuotas que se cobra a refrescos (sodas), tabacos, y se integran al gravamen sueros y bebidas saborizadas con edulcorantes la duda volvió: ¿es peor que una Coca-Cola? Aquí te lo explicamos de forma clara y con los datos en la mano.
¿Qué hace más daño: una Coca-Cola o un chocolate del Bienestar?
Chocolate del Bienestar: ¿por qué tiene tantos sellos?
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Aunque se vende como una opción accesible y con más cacao que muchos chocolates comerciales, el chocolate del Bienestar viene con tres sellos de advertencia:
- Exceso de azúcares
- Exceso de grasas saturadas
- Exceso de calorías
¿Eso significa que es lo peor que puedes comer? No. Significa que excede los niveles recomendados por COFEPRIS para esos ingredientes. Es decir, puede formar parte de tu dieta… pero con moderación.
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Ahora, hay que decirlo: que un producto tenga más cacao no lo hace automáticamente saludable, porque el cacao puede venir acompañado de azúcares y grasas que afectan el balance general del alimento.
¿Y la Coca-Cola?
Aquí es donde se pone interesante. Si hablamos de la Coca-Cola clásica, ya sabemos que está llena de azúcar y tiene un impacto directo en la salud:
- Aumenta el riesgo de obesidad, diabetes y caries.
- Su ácido fosfórico daña el esmalte dental y puede interferir con la absorción de calcio.
- Provoca altibajos de energía (y hambre constante).
- Puede generar adicción por su contenido de azúcar + cafeína.
¿Y la versión sin azúcar? No se salva.
La Coca-Cola sin azúcar no tiene sellos negros, pero sí dos leyendas que alertan:
- “Contiene edulcorantes, no recomendables en niños”
- “Contiene cafeína, evitar en niños”
Y aquí viene el detalle importante: los edulcorantes no calóricos, como el aspartame o la sucralosa, han sido relacionados con:
- Desequilibrios en la microbiota intestinal
- Alteraciones en la secreción de insulina
- Mayor apetito y deseo por lo dulce
- Posible ganancia de peso a largo plazo
Además, contiene colorantes como caramelo clase IV, que en ciertas dosis han sido catalogados como posibles cancerígenos. Y no olvidemos que la cafeína en exceso afecta el sueño, la ansiedad y la presión arterial.
Entonces… ¿qué hace más daño?
Depende de cómo lo mires.
La Coca-Cola (clásica o sin azúcar) tiene ingredientes altamente cuestionados, aditivos polémicos y compuestos que, aunque no tengan sellos, están ligados a efectos negativos a largo plazo. Es una bebida con valor nutricional prácticamente nulo.
El chocolate del Bienestar tiene azúcar, grasa y calorías en exceso. Pero al menos estás consumiendo algo que sí tiene un ingrediente con beneficios reales (cacao). No es un súper alimento, pero en pequeñas porciones no es tan agresivo como una bebida azucarada o llena de químicos.
El peor enemigo es el exceso
Ni la Coca-Cola ni el chocolate del Bienestar deberían ser parte diaria de tu alimentación. Pero si tuvieras que elegir una indulgencia ocasional, el chocolate, bien dosificado, podría ser la opción menos dañina, especialmente si eliges la presentación con más cacao y menos azúcar.
Y recuerda: ningún sello ni leyenda sustituye al sentido común. Siempre es mejor priorizar agua natural, fruta, y alimentos reales. Pero si un día quieres darte un gustito… al menos que sea con información en mano.