Cómo proteger tu cerebro del estrés, según la UNAM

El estrés es una respuesta natural del cuerpo ante diversas situaciones, y no es del todo malo. De hecho, el estrés es un estímulo físico o psicológico que a corto plazo podría ser benéfico, pues produce agudeza mental, pero a largo plazo y de forma crónica, puede tener efectos prejudiciales en el cerebro, de acuerdo con la UNAM.

La directora del Instituto de Neurobiología -campus Juriquilla- de la UNAM, María Teresa Morales Guzmán, explicó que vivir con estrés es parte de la vida diaria, pero se debe identificar la forma en la que se presenta.

“Es importante visualizar la forma en que éste se presenta, ya que cuando se trata de episodios cortos puede ser positivo, debido a que ocasiona agudeza mental. Por ejemplo, es de ayuda en situaciones de peligro o cuando hay tiempos límites para realizar ciertas actividades”, explicó la investigadora.

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Sin embargo, vivir con estrés de forma repetitiva, es decir, por semanas o meses, puede volverse un problema crónico y tener consecuencias a nuestro sistema nervioso.

Esto debido a que el estrés constante puede afectar el cerebro y generar ansiedad, depresión e insomnio; además de otras enfermedades como las cardiovasculares, digestivas, del sistema inmune, entre otras.

Estrés continúo tiene afectaciones en el cerebro

Cuando una persona está expuesta a estrés constante, sus niveles de cortisol aumentan. Esta hormona controla el metabolismo y sirve para regular el eje hipotalámico adrenal, y en altas concentraciones puede provocar las afectaciones ya mencionadas.

Además, puede favorecer cambios en la morfología y proliferación de las neuronas. Es decir, afectar la forma, estructura y desarrollo de neuronas.

“El estrés crónico daña las neuronas de un área cerebral llamada hipocampo, la cuál participa en procesos como la memoria. Hace que se mueran y ya no se puedan reemplazar”, agregó la investigadora en un reporte de Gaceta UNAM.

Estar todo tiempo estresado también puede aumentar las frecuencias cardiacas y respiratorias, además de suprimir funciones como la digestión, crecimiento y reproducción.

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¿Cómo protegerte?

La especialista compartió una serie de recomendaciones para cuidar del cerebro ante el estrés constante.

“Primero debemos empezar por aceptar que habrá ciertas situaciones o aspectos de la vida cotidiana que nos la causarán, ya que no siempre todo se resolverá a nuestro favor”, apuntó.

Otro aspecto que destacó es que “las personas deben tener un sentido de previsión, el cual muchas veces es limitado por el estrés psicológico. Nuestra capacidad de anticipación nos puede causar estrés debido a una situación futura (real o imaginaria), por lo que el control y la planeación se reflejan en su disminución.”

También recomendó:

• Realizar actividades físicas y recreativas
• Aprender técnicas de relajación
• Desarrollar hábitos saludables como dormir ocho horas
• Alimentación saludable
• Evitar comer en exceso, fumar, consumir alcohol o usar drogas.

En caso de no tener la capacidad de manejar el estrés, lo más recomendable es buscar ayuda psicológica y médica.

La especialista recalcó que el estrés, así como otras enfermedades mentales, debe ser atendido puntualmente y no minimizado.