Huesos fuertes y sanos: La importancia de la densitometría ósea
Las personas que rebasan los 65 años de edad, deben considerar realizarse este estudio una vez cada año como método preventivo.
La osteoporosis es una enfermedad común que afecta a millones de personas en todo el mundo; se caracteriza por la pérdida de densidad ósea y la fragilidad de los huesos, lo que aumenta el riesgo de tener fracturas. En este campo, la densitometría ósea es una herramienta vital para diagnosticar la osteoporosis y evaluar la salud general de nuestros huesos.
En esta ocasión, te presentamos una guía informativa con todo lo que necesitas saber sobre este estudio clínico, desde sus aplicaciones médicas hasta algunos hábitos saludables que nos ayudan a conservar en buen estado nuestro sistema óseo.
¿Qué es la densitometría ósea?
Te recomendamos este videoSe trata de una técnica no invasiva que sirve para medir la densidad mineral ósea de nuestro cuerpo. Esta prueba utiliza rayos X de baja intensidad para escanear ciertas partes del cuerpo, generalmente es la columna vertebral, caderas o antebrazos; al medir la cantidad de calcio y otros minerales en los huesos, el estudio puede determinar si hay pérdida de densidad ósea o si existe un riesgo mayor de tener osteoporosis.
Su importancia en la salud de los huesos
La densitometría ósea es importante porque ayuda a detectar y prevenir enfermedades en los huesos como la osteoporosis; al someternos a este estudio, los médicos pueden evaluar el riesgo de desarrollar la enfermedad y tomar medidas preventivas antes de que ocurran fracturas.
Además, también se utiliza para evaluar la efectividad de los tratamientos para estas enfermedades; los resultados ayudan a los médicos a ajustar los tratamientos y controlar la progresión de la osteoporosis o algún otro padecimiento en sus pacientes.
¿Quién debe realizarse una densitometría ósea?
Se recomienda realizar esta prueba especialmente en ciertos grupos de personas que tienen un mayor riesgo de desarrollar osteoporosis, estos incluyen a las mujeres mayores de 65 años y los hombres mayores de 70. Es ideal realizar un estudio al año como parte de nuestro chequeo general de prevención.
También se recomienda para personas que tienen factores de riesgo adicionales, como antecedentes familiares de osteoporosis, consumo de tabaco y alcohol, baja ingesta de calcio o vitamina D, y ciertas condiciones médicas crónicas.
Si tienes alguna de estas características o si tu médico sospecha que puedes correr riesgo de desarrollar osteoporosis, es importante que consideres someterte a una densitometría ósea.
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Consideraciones para antes de la prueba
Si estás a punto de realizarte un estudio de este tipo, aquí hay algunas consideraciones que debes tener en cuenta.
En primer lugar, debes informar a tu médico sobre cualquier medicamento que estés tomando, especialmente aquellos que contengan calcio o vitamina D; algunos pueden afectar los resultados de la prueba y es importante que tu médico esté al tanto de ellos. En caso de que tomes suplementos alimenticios, es muy probable que debas evitarlos durante las horas previas.
Si bien, las dosis de radiación son sumamente bajas en este estudio, es ideal que las mujeres embarazadas eviten realizarlo, ya que puede tener consecuencias para el feto. Para el día de la prueba, debes evitar llevar ropa con botones metálicos, cierres o hebillas, así como cualquier accesorio, ya que pueden interferir con los rayos X.
¿Cómo se hace una densitometría ósea?
El procedimiento es rápido y no invasivo; simplemente te acostarás sobre una mesa mientras la máquina especializada escanea las áreas específicas de tus huesos; durante el escaneo, deberás permanecer quieto y seguir las instrucciones del técnico, es probable que te solicite contener la respiración por unos pocos segundos. La prueba en sí no es dolorosa y no implica ninguna inyección o procedimiento invasivo.
El tiempo que conlleva puede variar, pero generalmente no dura más de 15 a 30 minutos; una vez que se complete la prueba, puedes retomar tus actividades cotidianas sin ningún inconveniente. Los resultados se enviarán a tu médico, quien los interpretará y discutirá contigo los hallazgos.
Interpretación de los resultados
Los resultados de la densitometría ósea se presentan con un puntaje T y un puntaje Z. El puntaje T compara nuestra densidad mineral ósea con la de una persona joven y saludable del mismo sexo; un puntaje de -1.0 o superior se considera normal, cuando se encuentra entre -1.0 y -2.5 indica que la densidad es baja y presenta osteopenia, mientras que un puntaje por debajo de -2.5 indica una densidad ósea muy baja y posible presencia de osteoporosis.
Por otro lado, el puntaje Z compara nuestra densidad mineral ósea con la de personas de la misma edad y sexo. Un puntaje de -2 o inferior indica una densidad ósea baja en comparación con nuestros pares.
Es importante recordar que el estudio es solo una herramienta para evaluar la salud de nuestros huesos y que el médico es la mejor persona para interpretar los resultados y brindarnos la orientación adecuada.
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Buenos hábitos para la salud de los huesos
Para mantener unos huesos fuertes y saludables, es importante llevar un estilo de vida sano; esto incluye una dieta equilibrada rica en calcio y vitamina D, así como la práctica regular de ejercicio físico, especialmente aquellos que implican carga de peso, como caminar, correr o levantar pesas. También es importante evitar hábitos perjudiciales, como fumar y beber en exceso.
Realizarnos una densitometría ósea es muy importante para conocer el estado actual de nuestros huesos y tomar las medidas adecuadas en caso de presentar algún inconveniente. Los riesgos de la prueba son mínimos y los beneficios que puede tener para nuestra salud son muy grandes. Así que, si te encuentras entre la población mayor que puede correr riesgos, o si tu médico sospecha de algún inconveniente, te invitamos a que acudas a realizarte el estudio lo más pronto posible.