La enfermedad coronaria y cómo podemos prevenirla y controlarla
Este padecimiento, a pesar de ser muy común, por lo general no presenta síntomas tempranos y se hace más evidente hasta que ocurren eventos más delicados.
Dentro del amplio espectro de padecimientos cardiovasculares, podemos encontrar a la enfermedad coronaria, una afección común que afecta a millones de personas en todo el mundo y que puede tener consecuencias graves si no se trata adecuadamente.
En esta ocasión, te presentamos una guía informativa completa sobre este padecimiento, desde cuáles son sus principales factores de riesgo, hasta cómo podemos prevenirla y controlarla cuando nos han diagnosticado.
¿Qué es?
Te recomendamos este videoTambién conocida como enfermedad de las arterias coronarias, es una condición en la que las arterias que suministran sangre y oxígeno al corazón se estrechan o se bloquean debido a la acumulación de placa en las paredes arteriales; esta placa está compuesta por colesterol, grasas y otras sustancias que se acumulan con el tiempo.
A medida que las arterias se estrechan, el flujo sanguíneo al corazón se reduce, lo que puede provocar dolor en el pecho, conocido como angina, o incluso un ataque cardíaco si se produce un bloqueo completo.
Principales factores de riesgo
Existen diversos factores de riesgo que pueden aumentar las posibilidades de desarrollar este padecimiento; estos incluyen:
- Hábitos de vida poco saludables: como fumar, tomar alcohol en exceso, llevar una dieta poco sana y tener un estilo de vida sedentario.
- Hipertensión arterial: la presión arterial alta puede ejercer una presión adicional sobre las arterias coronarias y aumentar el riesgo de complicaciones.
- Niveles altos de colesterol: el colesterol alto puede contribuir a la acumulación de placa en las arterias coronarias.
- Diabetes: las personas con diabetes tienen un mayor riesgo de desarrollar esta afección.
- Historia familiar: si tienes antecedentes familiares de enfermedades cardíacas, es más probable que también puedas desarrollar alguna.
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Síntomas de la enfermedad coronaria
A menudo, este padecimiento no muestra síntomas hasta que alcanza un estado avanzado; aunque algunas personas pueden experimentar dolor en el pecho o malestar, también conocido como angina de pecho. Otros síntomas pueden incluir dificultad para respirar, fatiga, palpitaciones cardíacas, náuseas y mareos.
Sin embargo, es importante destacar que algunas personas pueden tener la enfermedad sin experimentar ningún síntoma, por esta razón, es fundamental realizarse chequeos regulares y pruebas de detección para identificar la enfermedad en etapas tempranas, sobre todo cuando presentamos algún factor de riesgo común.
Diagnóstico y pruebas de detección
Si sospechas que puedes tener enfermedad coronaria, es importante buscar atención con tu médico, quien realizará una evaluación completa de tu historial, hará un examen físico y ordenará pruebas para confirmar el diagnóstico. Algunas de las pruebas más comunes son:
- Electrocardiograma: mide la actividad eléctrica del corazón y puede mostrar signos de la enfermedad.
- Prueba de esfuerzo: se realiza mientras haces ejercicio para evaluar cómo responde tu corazón al estrés.
- Ecocardiograma: utiliza ondas sonoras para crear imágenes del corazón y evaluar su funcionamiento.
- Angiografía coronaria: se realiza insertando un catéter en una arteria y utilizando un medio de contraste para visualizar las arterias coronarias y determinar si hay algún bloqueo.
Una vez que se ha realizado un diagnóstico preciso, podrás iniciar el tratamiento adecuado para controlar el padecimiento.
Cambios en el estilo de vida como tratamiento
Aunque esta es una enfermedad crónica que no tiene cura en realidad, existen diversas opciones de tratamiento que ayudan a controlarla y tener una vida óptima y placentera. El tratamiento principal consiste en realizar cambios en el estilo de vida como:
- Dejar de fumar.
- Seguir una dieta saludable y equilibrada rica en frutas, verduras, granos integrales y proteínas magras.
- Hacer ejercicio aeróbico de forma regular.
- Controlar la presión arterial y los niveles de colesterol.
- Si tienes diabetes, es importante mantener tus niveles de azúcar en sangre bajo control.
Medicamentos para la enfermedad coronaria
También existen varios medicamentos disponibles para tratar la enfermedad y reducir el riesgo de complicaciones. Algunos de los más comunes incluyen:
- Antiagregantes plaquetarios: como la aspirina, que ayuda a prevenir la formación de coágulos sanguíneos.
- Estatinas: ayudan a reducir los niveles de colesterol y prevenir la acumulación de placa en las arterias.
- Betabloqueantes: reducen la presión arterial y disminuyen la carga de trabajo del corazón.
- Nitratos: se utilizan para aliviar los síntomas de la angina de pecho y mejorar el flujo sanguíneo al corazón.
Es importante seguir las indicaciones y recomendaciones de tu médico en cuanto al uso de cualquier medicamento que te recete.
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Intervenciones quirúrgicas
En casos más graves, es posible que se requiera una intervención quirúrgica, esta puede ayudar a mejorar el flujo sanguíneo al corazón y reducir los síntomas más complicados. Algunas de estas operacione son:
- Angioplastia con colocación de stent: se utiliza un catéter para abrir las arterias obstruidas y se coloca un stent para mantenerlas abiertas.
- Cirugía de derivación coronaria: se utiliza para redirigir el flujo sanguíneo alrededor de las arterias obstruidas mediante la creación de puentes arteriales.
- Trasplante de corazón: en casos extremos, cuando el corazón está gravemente dañado, puede ser necesario un trasplante de corazón.
Complicaciones más graves
La enfermedad coronaria puede llevar a varias complicaciones graves si no se trata adecuadamente. Cuando una arteria coronaria se bloquea por completo y el flujo sanguíneo al corazón se interrumpe, puede ocurrir un ataque cardíaco.
Además, cuando el corazón no puede bombear suficiente sangre para satisfacer las necesidades del cuerpo, se desarrolla un padecimiento conocido como insuficiencia cardíaca. Las arritmias, que son cambios en el ritmo cardíaco, pueden ser peligrosas y afectar la función vital del corazón.
Cómo lidiar con la enfermedad coronaria
Si desafortunadamente ya te han diagnosticado con este padecimiento, debes saber que es posible llevar una vida saludable y activa. Aquí hay algunos consejos para ayudarte a vivir bien con la enfermedad:
- Sigue las recomendaciones médicas: toma tus medicamentos según las indicaciones y realiza las pruebas y chequeos de seguimiento necesarios.
- Mantén un estilo de vida saludable: sigue una dieta sana, realiza ejercicio regularmente y evita fumar y beber en exceso.
- Controla el estrés: el estrés puede desencadenar síntomas complicados, por lo que es importante encontrar formas de manejarlo, como la meditación, el yoga o la terapia.
- Participa en un programa de rehabilitación cardíaca: estos programas ofrecen apoyo y guía para ayudarte a recuperarte y vivir de manera saludable con el apoyo de especialistas.
Recuerda que padecer enfermedad coronaria no significa que todo esté perdido; con el tratamiento adecuado y hábitos saludables, puedes llevar una vida plena y feliz sin muchas complicaciones.