¿Qué pasa si me inyecto insulina de más?

En general, la insulina se utiliza para el control de la Diabetes tipo 1; sin embargo muchas personas con Diabetes tipo 2 se controlan con ella. Su acción es permitirle a las células la entrada de glucosa, por lo que esta baja los niveles de glucosa en sangre, sin embargo, es común que las personas fallen en el cálculo de la cantidad de insulina que necesitan o pueden cometer errores en la cantidad de ejercicio que realicen o en los carbohidratos que consumen, todo ello influye en la absorción de la insulina.

Cuando hay una mala administración de insulina. podría suceder que los niveles de glucosa en sangre bajen demasiado, lo que puede llevar a una hipoglucemia y si la glucosa es demasiado baja, puede ser peligroso.

¿Qué cosas pueden causar una “sobredosis” de insulina?

• Usar un nuevo dispositivo y no saber cómo interpretar la dosis que debes usar.
• Inyectar una insulina diferente. Por ejemplo si por lo general usas insulina de acción prolongada y te inyectas insulina de acción corta. Conoce los tipos de insulina.
• Inyectarte y no comer.
• Aplicar la insulina en piernas o brazos y luego hacer ejercicio. Recuerda que el ejercicio afecta la absorción de la insulina y más si la inyectas en un lugar que vas a ejercitar.

Síntomas de una hipoglucemia o sobredosis de insulina:

• Fatiga o cansancio
• Irritabilidad
• Mucha hambre
• Ansiedad
•  Confusión
• Sudoración fría
•  Temblores en las manos

¿Qué hago si hay sobredosis de insulina e hipoglucemia?

Cuando la glucosa baja demasiado corres el peligro de sufrir convulsiones y perder la conciencia (desmayarte). Así que si notas que tienes una hipoglucemia, es necesario que realices lo siguiente:

• Checa tus niveles de glucosa. Si están por debajo de los 70 mg/dl, es tiempo de actuar.
• Come un dulce o carbohidratos. Puedes comer media taza de fruta o un caramelo.
• Relájate y pasados 15 o 20 minutos, revisa nuevamente tu glucosa.
• Si notas que aún está baja, come o bebe algo que suba tus niveles de glucosa rápidamente. Si aún con ello te sientes mal, acude con tu Médico.

Es necesario que platiques con tu Médico sobre el tipo de insulina que te aplicas, la cantidad de ejercicio que realizas y tu alimentación para evitar bajas de glucosa por el uso de insulina.