¿Cómo afecta el conflicto en Ucrania a la industria automotriz?
La tensa situación que existe entre Ucrania, Rusia y el resto de los países involucrados, tiene injerencia en la industria automotriz
La tensa situación que existe entre Ucrania, Rusia y el resto de los países involucrados, tiene injerencia en la ya de por sí golpeada industria automotriz.
En los momentos en que la industria comienza a mostrar cierto nivel de recuperación tras la pandemia de COVID-19, un conflicto bélico genera preocupación.
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Aunque parezca extraño, la tensión que existe entre Rusia y Ucrania, así como la intervención de los Estados Unidos, es un tema que hay que considerar.
De entrada, un conflicto de esa magnitud puede escalar a nivelas que generen rompimientos comerciales o diplomáticos.
Además, por Ucrania pasan algunas fases del proceso de producción de componentes que que se utilizan en la fabricación de autos.
Como es el caso de los semiconductores, componentes que ya de por sí están escasos debido a la pandemia y han generado retrasos.
Muchas de las empresas automotrices han tenido que postergar sus lanzamientos o entregas ante la falta de estos componentes.
Si el conflicto en Ucrania estalla, se podría venir otra crisis de componentes electrónicos que impidan recuperar el ritmo de producción.
Lo cual sin duda sería un golpe importante para la industria automotriz, cuya recuperación podría llevar un par de años más.
ONU: Guerra en Ucrania sería catastrófica
¿Cómo afecta el conflicto en Ucrania a la industria automotriz?
Otro detalle que ya está siendo factor, a pesar de que el conflicto entre rusos y ucranianos se mantiene en tensa calma, es la navegación.
Cientos de buques se encuentran parados a la espera de saber si podrán llevar los materiales que deben transportar.
Entre esos materiales están los necesarios para la fabricación de automóviles, por lo que la cadena de suministro comienza a sufrir retrasos.
Si el conflicto se mantiene, la región estará comprometida y los buques que navegan por la zona, tendrán que modificar sus rutas.
Eso incrementaría los costos de traslado de los materiales, comprometiendo presupuestos y las finanzas de las empresas fabricantes.