La locación en el cine: un personaje más de la película

Si hacemos memoria y tratamos de recordar una escena del séptimo arte que nos marcó especialmente, uno de los elementos que nos vendrá a la mente de forma directa es la locación, aquel lugar donde sucedía toda la acción. Ya estemos hablando del Titanic antes de su naufragio en la borda, del muro de hielo de Juego de Tronos o de las carreras espaciales de Star Wars, el espacio tiene un papel de gran relevancia en cualquier serie o película que conozcamos. En este artículo, profundizaremos en este mundo.

¿Qué papel juega la locación en el cine?

En cinematografía, se entiende locación como el sitio escogido para la grabación, donde se narrarán las acciones propias de una trama concreta. Esta nos dice mucho de la historia, pues en muchas ocasiones el lugar concreto es un gran elemento de contexto para que el espectador entienda lo que está sucediendo y puede ubicar, poco o mucho, a los protagonistas. Por ejemplo, tiene el poder de trasladar a los usuarios a escenarios reales, imaginarios, del pasado o del futuro.

A diferencia de otras artes, como puede ser la literatura y hasta incluso el teatro, hay un equipo de profesionales que se ha puesto en el lugar del espectador y ha imaginado todo aquello que rodea a la historia. Evidentemente, el sitio donde se desarrollará, pero también el tipo de vestuario, la estética de los personajes o los espacios más representativos del lugar. Todo tiene su peso en el momento de mandar un mensaje al público, y elegir qué mostrar o no ya es toda una declaración de intenciones.

Cabe mencionar que hay muchas clases locaciones en el cine: públicas, privadas, interiores, exteriores, ciudades, naturaleza… Una de las que más interés generan entre el gran público es si son reales o ficticias, en definitiva, si el lugar en cuestión existe o, por el contrario, se ha hecho mediante efectos especiales. A su vez, existe la posibilidad de que sea híbrida y que, por exigencias de la propia historia, se hayan visto obligados a modificar de forma digital algunos aspectos de la realidad como referencias del presente.

Locaciones icónicas del séptimo arte

Hay lugares que, debido al éxito de grandes películas y sagas, ya nunca más pasarán desapercibidos para el público. Uno de ellos es, indudablemente, Hogwarts. El archiconocido colegio del icónico mago de la cultura popularHarry Potter está ubicado en el norte de Inglaterra, donde se localizan prácticamente todas las obras, y tiene el nombre de Castillo de Alnwick. Otro punto de especial mención es Hobbiton, la entrañable Comarca de El Señor de los Anillos, situada en las verdes praderas de Matamata, en Nueva Zelanda.

Hay otros enclaves que ya eran conocidos de antemano, aunque el séptimo arte les dio aún más popularidad. La ciudad de París, con ambientación de clásicos como Moulin Rouge y Ratatouille, o la mismísima Nueva York, con Spiderman o King Kong, son dos de los muchos ejemplos que se pueden mencionar. Incluso las siete maravillas del mundo han aparecido en filmes aclamados por la crítica como Petra, por donde ha pasadoel personaje de acción y aventurasIndiana Jones; o el Coliseo de Roma, donde sucedieron batallas en Gladiator.

View this post on Instagram

A post shared by THE FILM CULT (@thefilmscult)

https://www.instagram.com/reel/CqI2HbJgN7V/

Aunque las locaciones exteriores son de gran espectacularidad, los interiores también tienen un rol fundamental y tienen mucho peso en la narración. Ejemplo de ello son los tapetes verdes de partidas de cartas como las protagonizadas por James Bond. En los tiempos actuales, se encuentran totalmente integrados enel casino en línea como se puede ver en México, brindando una mezcla de la esencia del pasado con toques innovadores del presente y abriendo la puerta a múltiples usuarios a través de los principales dispositivos inteligentes.

Hay películas, sobre todas las del género de ficción, que la mayoría de sus ubicaciones son ficticias, inventadas desde la computadora. Titanic, aunque muchos puedan pensar que se rodó en alta mar con bajas temperaturas, usó el poder del croma y de los escenarios imaginarios. Del mismo modo, Matrix o la mayoría de las vivencias de los superhéroes de Marvel suceden en un ambiente totalmente ficticio. Mención aparte merecela segunda parte deAvatar, El sentido del agua, donde ni siquiera los actores se maquillaron y todo el universo se creó digitalmente.

El nacimiento del turismo cinematográfico

Las locaciones han dado paso a una industria económica joven, como es el turismo cinematográfico. Como su nombre indica, es el movimiento de visitantes hacia una ubicación geográfica específica motivado por el hecho de que el sitio aparece en una película o serie concreta. Estos pueden ser desde lugares concretos como la estación King’s Cross de Londres, popular por Harry Potter; hasta estudios cinematográficos en su conjunto como Paramount Pictures de Hollywood, Los Ángeles, en los Estados Unidos.

Este concepto, a diferencia de lo que muchos pueden pensar, no nació al momento con el séptimo arte. Quien popularizó esta forma de atraer público extranjero no fue otra que Nueva Zelanda a principios de siglo debido a la trilogía de El Señor de los Anillos. En su día, se registró un aumento del 30% de turistas debido a la película, algo que también sucede en ciudades concretas más acostumbrados a recibir millones de personas a lo largo del año y por diferentes motivos como son París, Nueva York, Venecia o Barcelona.México, por su parte, también ha sido escenario de muchas películas de gran reconocimiento y ha movilizado muchos interesados hacia el país. Uno de los últimos fenómenos es Coco, que pese a ser de animación dio a conocer por todo el mundo la festividad del Día de Muertos. También ha sido lugar de grabación de algunas escenas de Titanic y Pearl Harbor con la playa del Rosarito, Spectre de James Bond en Ciudad de México, Costa Careyes en dos filmes de la saga Kill Bill o Campeche con el biopic que explica la vida del guerrillero Ernesto Che Guevara.