La dieta DASH y sus beneficios para la salud
Diseño de plan alimenticio basado para detener la hipertensión. Aprende sobre está dieta y todo los beneficios que aporta a la salud.
La dieta DASH es baja en sal y rica en frutas, vegetales, granos integrales, lácteos bajos en grasas y proteínas magras. Inicialmente diseñada para reducir la presión arterial alta. También se ha destacado como una opción saludable para perder peso y reducir el colesterol. Los alimentos enfatizados en esta dieta son ricos en calcio, potasio, magnesio y fibra. Esta combinación contribuye a la disminución de la presión arterial.
Por Mariana Frias
DASH corresponde a las siglas en inglés de Dietary Approaches to Stop Hypertension, que en español significa Enfoques Alimentarios para Detener la Hipertensión. Esta dieta se caracteriza por reducir el consumo de carbohidratos refinados y aumentar la ingesta de alimentos que aportan potasio y fibra dietética. Asimismo, limita la cantidad de grasas totales y saturadas.
La dieta DASH tiene un efecto positivo en el perfil lipídico y la tolerancia a la glucosa. Además del Instituto Nacional del Corazón, la Sangre y los Pulmones, la Asociación Americana del Corazón y las pautas para el tratamiento de la presión arterial alta en los Estados Unidos también la recomiendan.
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Beneficios para la salud con la dieta DASH
Este plan de alimentación se basa en estudios de investigación realizados por el Instituto Nacional del Corazón, los Pulmones y la Sangre. Como resultado, se ha demostrado que los beneficios incluyen la reducción de la presión arterial alta, la disminución del riesgo de enfermedades cardíacas, insuficiencia cardíaca y accidentes cerebrovasculares. Además, ayuda a prevenir o controlar la diabetes tipo 2, mejora los niveles de colesterol y reduce las probabilidades de cálculos renales.
Muchos planes alimenticios basados en la dieta DASH se encuentran disponibles en internet, pero es crucial aclarar que estos están diseñados para un consumo de 2,000 calorías al día. Es esencial tener en cuenta que las necesidades calóricas y las porciones pueden variar según la edad, el sexo y el nivel de actividad física de cada persona. Se recomienda encarecidamente consultar o hablar con un médico antes de comenzar con este plan alimenticio.
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