Aguinaldo de dulces vs aguinaldo financiero: el experimento que revela cómo gastamos por emoción

Barbara Garcia 13 Nov 2025 12:00 pm
Foto: Especial.

Cada diciembre recibimos nuestro “aguinaldo de dulces”. Y aunque sabemos que podríamos guardarlo… el impulso emocional gana. ¿Por qué pasa esto y cómo evitar que el aguinaldo se esfume en un parpadeo?

Imagina que te dan una bolsa llena de dulces y te dicen que puedes comértelos todos ahora… o guardar algunos y mañana recibirás el doble.

Esa es la sensación con la que millones de mexicanos arrancan diciembre. Cada año, el aguinaldo llega como una pequeña bolsa de recompensa. Sabemos que podríamos usarlo para algo útil —ahorrar, invertir, planear—, pero la emoción del momento nos gana.

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No es coincidencia. Según datos recientes:

Así que la pregunta es inevitable: ¿por qué el cerebro prefiere el placer inmediato a la estabilidad futura?

El experimento: placer instantáneo vs. recompensa diferida

Todo esto tiene una base científica. Tal vez recuerdas el famoso experimento de los malvaviscos:

En 1972, el psicólogo Walter Mischel sentó a varios niños frente a un malvavisco. Si se lo comían de inmediato, no pasaba nada. Pero si esperaban unos minutos, recibirían otro.

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Lo interesante no fue solo el resultado, sino lo que descubrieron después:
Quienes lograban esperar, tendían a tomar mejores decisiones a largo plazo.

¿Y qué tiene que ver esto con tu aguinaldo?
Mucho. Porque cada vez que compras algo impulsivamente, activas el sistema de recompensa del cerebro (el núcleo accumbens), que libera dopamina y te hace sentir bien al instante.

Ahorrar o invertir, en cambio, activa la corteza prefrontal, encargada de planear, pensar y resistir. Pero claro… eso requiere esfuerzo. Y nuestro cerebro no siempre quiere eso.

En resumen:
El cerebro ama el “lo quiero ya” y detesta el “esperar tantito”.

México y el consumo emocional en cifras

Gastar sin pensar no es un hábito individual, es una tendencia social. Mira:

  • El gasto promedio navideño en México ronda los $2,544 pesos.
  • Las categorías más compradas: moda, tecnología y hogar.
  • El 70 % de los consumidores se deja influir por redes sociales y opiniones de otros.
  • El 48 % paga a meses sin intereses, reforzando el “placer inmediato”.

Y ahí entra una frase poderosa (y peligrosa): “Me lo merezco.”
Porque cada vez que lo decimos, el cerebro nos paga con dopamina…
Y el banco nos cobra intereses.

Aguinaldo financiero: cuando la emoción se convierte en estrategia

Aquí no se trata de “apagar” tus emociones, sino de canalizarlas.

En lugar de gastar todo en un fin de semana, puedes cambiar el chip:

  • Cambia el “me lo merezco” por “me lo merezco más adelante”.
  • Divide tu aguinaldo en dos: 70 % para gastar, 30 % para metas.
  • Usa apps o bancos con “apartados automáticos” para ahorrar sin pensar tanto.
Especial.

¿Un ejemplo?
Si inviertes $2,000 pesos en Cetes a 12 meses, puedes tener más de $2,200 el próximo diciembre.
Un dulce extra, sin culpa y sin deuda.

Cierre: el verdadero experimento

Al final, todos llevamos un niño interior con una bolsa de dulces en las manos.
La diferencia está en si nos la acabamos en una tarde…
O si aprendemos a saborear un poquito hoy y guardar el resto para mañana.

Porque el aguinaldo puede durar más. No solo en el bolsillo, sino en lo que representa: libertad, paz mental y decisiones conscientes.