¿Cómo lidiar con la artritis? Una guía informativa

La artritis es una enfermedad que afecta a millones de personas en todo el mundo; y aunque se presenta de diferentes formas y afecta a cada individuo de manera distinta, comprender lo más que se pueda sobre el tema es esencial para aquellos que viven con esta condición.

En esta ocasión, te presentamos una guía informativa con todo lo que tienes que conocer sobre esta enfermedad, desde sus principales síntomas hasta algunos cambios en el estilo de vida que pueden ayudar a disminuir su presencia.

¿Qué es y cuáles son los tipos más comunes?

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Es una enfermedad crónica que afecta las articulaciones del cuerpo, causando inflamación, dolor y rigidez. Existen cientos de variantes y tipos de la enfermedad, pero hay dos que son más comunes y tienen gran presencia en la población.

En primer lugar, la osteoartritis es la forma más común y se produce cuando el cartílago que protege las articulaciones se desgasta con el tiempo; esta forma suele afectar a personas mayores y puede causar dolor y rigidez en las articulaciones, especialmente en las rodillas, caderas y manos.

Por otro lado, la artritis reumatoide es una enfermedad autoinmune en la que el sistema inmunológico ataca las articulaciones, provocando inflamación y daño articular; esta forma puede afectar a personas de cualquier edad y suele causar dolor, hinchazón y rigidez en múltiples articulaciones, como manos, pies, muñecas y rodillas.

Causas y factores de riesgo

Las causas exactas aún no se conocen por completo, pero hay varios factores de riesgo que pueden aumentar las posibilidades de desarrollar esta enfermedad. Algunos de los más comunes incluyen:

• Genética: tener antecedentes familiares de la enfermedad puede aumentar el riesgo de desarrollarla.
• Edad: el riesgo aumenta a medida que envejecemos.
• Género: las mujeres tienen más probabilidades que los hombres de desarrollar la enfermedad.
• Lesiones articulares previas: una lesión articular previa puede aumentar el riesgo de desarrollar el padecimiento en esa articulación específica.
• Obesidad: el exceso de peso pone una carga adicional en las articulaciones, lo que aumenta el riesgo de desarrollar la enfermedad.

Si bien estos factores pueden aumentar las posibilidades de desarrollar artritis, no garantizan que todas las personas que presentan alguno la desarrollen. La enfermedad puede afectar a cualquier persona, independientemente de su edad, género o antecedentes familiares.

Síntomas de la artritis

Los síntomas pueden variar según el tipo de padecimiento y la persona afectada, pero algunos de los más comunes son: dolor que puede variar en intensidad y empeorar con el movimiento o el uso de las articulaciones afectadas; rigidez articular, especialmente por la mañana o después de períodos de inactividad; hinchazón y enrojecimiento; y limitación del movimiento que dificulta las actividades diarias.

La intensidad de estos síntomas es muy variable; algunas personas pueden experimentar síntomas leves, mientras que otras pueden tener síntomas más graves que afectan su calidad de vida.

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¿Cómo se diagnostica?

El diagnóstico de la artritis generalmente se realiza mediante una combinación de pruebas y exámenes que incluyen:

• Historial clínico en el que el médico realiza una evaluación completa de los síntomas y un examen físico para evaluar la función de las articulaciones afectadas.
• Estudios de imagen que pueden ayudar a identificar cambios en las articulaciones, como pérdida de cartílago, inflamación o deformidades. Estos pueden ser radiografías, tomografías computarizadas e incluso resonancias magnéticas.
• Análisis de sangre que pueden detectar marcadores inflamatorios y autoanticuerpos asociados con la enfermedad.
• Aspiración articular para analizar el líquido sinovial y descartar otras condiciones. Este estudio se realiza sobre todo en pacientes con síntomas severos.

Tratamiento de la artritis

Aunque este padecimiento en la gran mayoría de ocasiones no presenta una cura definitiva, sí existen diversos tratamientos que ayudan a controlar los síntomas y mejorar la calidad de vida de los pacientes. Algunos enfoques convencionales comunes incluyen:

• Medicamentos: los medicamentos analgésicos, antiinflamatorios no esteroides y medicamentos modificadores pueden ayudar a controlar el dolor y la inflamación asociados con la enfermedad.
• Terapia física: la terapia física puede ayudar a mejorar la fuerza muscular, la flexibilidad y el rango de movimiento de las articulaciones afectadas.
• Inyecciones de corticosteroides: las inyecciones de corticosteroides pueden proporcionar alivio temporal del dolor y la inflamación en las articulaciones afectadas.

Es importante trabajar en estrecha colaboración con un médico especializado para determinar el mejor enfoque de tratamiento individual; cada persona es única y puede requerir un plan personalizado.

Tratamientos alternativos

Además de los enfoques convencionales, existen tratamientos alternativos que algunas personas encuentran beneficiosos para el manejo de la enfermedad. Algunos de los más comunes son:

• Acupuntura: Una técnica de medicina tradicional china que implica la inserción de agujas delgadas en puntos específicos del cuerpo. Algunas personas encuentran alivio del dolor y la inflamación a través de esta terapia.
• Suplementos dietéticos: ciertos suplementos, como el aceite de pescado, la glucosamina y la condroitina, se han utilizado para el manejo de la artritis. Sin embargo, se recomienda hablar con un profesional de la salud antes de comenzar cualquier suplemento.
• Terapias de calor y frío: la aplicación de calor o frío mediante fomentos en las articulaciones afectadas puede ayudar a aliviar el dolor y la rigidez.

Es importante recordar que los tratamientos alternativos no sustituyen los enfoques convencionales y deben ser utilizados como complementos, siempre bajo la supervisión de un profesional de la salud.

Cambios en el estilo de vida para manejar la artritis

Hacer cambios en el estilo de vida puede ser beneficioso para el manejo de la enfermedad, y estos ayudan además a mantener una salud estable. Algunos de los cambios más recomendados son:

• Mantener un peso saludable
• Hacer ejercicio regularmente, siempre bajo supervisión médica que nos indique el tipo y la intensidad adecuados de ejercicio.
• Seguir una dieta equilibrada y rica en alimentos antiinflamatorios, como frutas, verduras y pescado.

Realizar cambios en el estilo de vida puede requerir tiempo y esfuerzo, pero puede también marcar una gran diferencia a largo plazo. Recuerda que cualquier decisión que tomes deberá estar siempre respaldada por un médico especializado.

4 peligros de autodiagnosticarte

Vivir con artritis puede ser desafiante y atemorizante, sin embargo, es una enfermedad que se puede controlar cuando se detecta de manera oportuna y se sigue un tratamiento adecuado; es por ello que te recomendamos acercarte con tu médico si experimentas algún síntoma relacionado. Y si eres una persona ya diagnosticada, recuerda que padecer la enfermedad no significa que vivamos mal, un tratamiento adecuado y un estilo de vida saludable nos pueden garantizar tener una vida digna y felíz.