Variante XEC de COVID-19: Síntomas de la cepa que podría dominar en invierno
La variante XEC se propaga rápidamente y ha alcanzado el 30% de las infecciones en Europa Central.
Con la llegada del invierno, surge una nueva preocupación en el horizonte de la pandemia: la variante XEC del COVID-19. Identificada por primera vez en junio en Alemania, esta cepa ha comenzado a propagarse rápidamente en varios países y ya es la segunda variante más prevalente en Estados Unidos, según datos de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC).
Con más de 3,900 casos secuenciados en todo el mundo, la XEC parece tener una ventaja de crecimiento sobre otras variantes recientes, como las FLiRT.
Te recomendamos este videoSin embargo, ¿qué significa esto para la salud pública y cuáles son los síntomas que deberían preocuparnos?
¿Qué es la variante XEC y en qué se diferencia?
La variante XEC es una combinación de dos cepas previas de COVID-19: KS.1.1 y KP.3.3, las cuales han recibido poca atención en comparación con otras variantes más conocidas.
Lo que distingue a la XEC es una serie de mutaciones en las proteínas de espiga del virus, las cuales le permiten entrar más fácilmente en las células humanas y potencialmente evadir la respuesta inmunológica del cuerpo. Estas mutaciones le otorgan una ventaja de transmisión frente a otros linajes del virus, lo que podría explicar su rápido aumento en frecuencia.
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A pesar de estas diferencias, los síntomas reportados hasta ahora son muy similares a los de otras variantes del SARS-CoV-2. Entre los síntomas más comunes se encuentran fiebre, dolor muscular, fatiga, tos y dolor de garganta, lo que podría dificultar la diferenciación de la XEC con otras cepas. Por ahora, no hay evidencia de que la XEC cause síntomas más graves que otras variantes.
¿Cómo se está propagando la variante XEC?
En Europa, especialmente en la región central, la XEC ya representa más del 30% de las infecciones por COVID-19. En Estados Unidos, la cifra se acerca al 10%, lo que ha llevado a las autoridades a intensificar la vigilancia epidemiológica.
La variante está ganando terreno a nivel mundial y podría convertirse en la cepa predominante durante los meses de invierno.
El riesgo de una mayor propagación se ve exacerbado por las mutaciones en la proteína de espiga, lo que podría disminuir la eficacia de las vacunas actuales.
Sin embargo, los expertos como el profesor Francois Balloux del University College London aseguran que las vacunas disponibles siguen ofreciendo protección contra síntomas graves y hospitalizaciones, gracias a la inmunidad acumulada en la población.
¿Qué medidas tomar para protegerse?
Aunque la variante XEC comparte muchos síntomas con otras cepas, es fundamental no bajar la guardia.
Las autoridades sanitarias recomiendan seguir las mismas precauciones que han sido efectivas hasta ahora: uso de mascarillas en lugares cerrados, vacunación y refuerzos, y evitar lugares concurridos. También es importante estar atento a la actualización de las vacunas disponibles, que podrían modificarse para ofrecer una mejor protección contra las variantes emergentes.