Ataques de ansiedad: ¿Cómo superarlos y encontrar la calma?
Son episodios intensos y abrumadores de miedo y malestar que pueden ser desencadenados por situaciones o pensamientos estresantes.
Los ataques de ansiedad son episodios intensos y abrumadores de miedo y malestar. Pueden ser desencadenados por situaciones o pensamientos estresantes y pueden ocurrir de repente sin previo aviso. Para superarlos, es fundamental comprender qué son y cómo afectan a una persona debido a la serie de síntomas físicos y emocionales que se experimentan.
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Síntomas comunes
Los ataques de pueden manifestarse de diferentes maneras en cada persona, pero existen algunos síntomas comunes que suelen experimentarse durante un episodio de ansiedad:
- Palpitaciones rápidas o irregulares.
- Sensación de falta de aire o dificultad para respirar.
- Sudoración excesiva y manos temblorosas.
- Sensación de opresión en el pecho o dificultad para tragar.
- Mareos y sensación de desmayo.
- Miedo intenso o pánico.
- Pensamientos negativos o catastrofistas.
- Sensación de irrealidad o desconexión con la realidad.
Causas y desencadenantes de las crisis de ansiedad
Te recomendamos este videoSuelen ser desencadenados por una variedad de factores. Algunas personas pueden tener una predisposición genética a la ansiedad, mientras que otras pueden desarrollarla como resultado de experiencias traumáticas o situaciones estresantes:
- Estrés emocional o psicológico.
- Traumas pasados o recientes.
- Problemas de salud física.
- Consumo excesivo de cafeína o estimulantes.
- Uso de ciertos medicamentos o drogas.
- Problemas de sueño o falta de descanso adecuado.
- Cambios hormonales, como los que ocurren durante el ciclo menstrual.
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¿Cuánto tiempo duran los ataques de ansiedad?
En general, suelen durar entre 10 y 30 minutos, pero pueden prolongarse durante horas en casos más severos. Es importante recordar que cada persona es única y puede experimentar los ataques de manera diferente. Algunas pueden tenerlos más cortos y frecuentes, mientras que otras pueden experimentar ataques menos frecuentes pero más prolongados.
Estrategias de afrontamiento
Existen varias estrategias efectivas para hacerles frente y encontrar la calma interior. Pueden ayudar a reducir la intensidad y la duración de los ataques, así como a prevenirlos en el futuro:
- Identificar y desafiar los pensamientos negativos: durante un ataque, es común tener pensamientos negativos y catastróficos. Aprender a identificarlos y afrontarlos puede ayudar a reducir la intensidad.
- Práctica de la respiración profunda: suele ayudar a calmar el sistema nervioso y reducir los síntomas de ansiedad. Tomarse el tiempo para inhalar profundamente y exhalar lentamente puede marcar una gran diferencia.
- Utilizar técnicas de relajación: la relajación muscular progresiva, la meditación y el yoga pueden ayudar a relajar el cuerpo y la mente durante un ataque. Estas técnicas ayudan a reducir el estrés y promover la sensación de calma.
- Buscar apoyo emocional: hablar con un amigo cercano, un miembro de la familia o un terapeuta puede ser de gran ayuda. Compartir tus sentimientos y preocupaciones con alguien de confianza alivia la carga emocional y ayuda a encontrar apoyo.
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Técnicas de respiración para calmar un ataque de ansiedad
Practicar adecuadamente alguna de las técnicas de respiración puede ayudar a reducir la intensidad de los síntomas y promover una sensación de tranquilidad:
- Respiración abdominal o diafragmática:
- Siéntate en una posición cómoda y coloca una mano sobre tu pecho y la otra sobre tu abdomen, justo por debajo de las costillas.
- Inhala lentamente por la nariz. Deberías sentir que el abdomen se expande mientras inhalas, lo que significa que estás respirando usando el diafragma en lugar de los músculos del pecho.
- Exhala suavemente por la boca. Con cada exhalación, contrae suavemente los músculos abdominales para ayudar a expulsar el aire de los pulmones.
- Repite este proceso varias veces hasta sentir una sensación de calma.
- Respiración cuadrada:
- Con los ojos cerrados, Imagina un cuadrado en tu mente. Inhalando, recorre uno de los lados contando hasta cuatro.
- Sostén la respiración durante otros cuatro segundos mientras recorres otro lado del cuadrado.
- Exhala durante otros cuatro segundos mientras recorres el tercer lado.
- Mantén la respiración durante otros cuatro segundos mientras recorres el último lado del cuadrado.
- Repite este proceso varias veces hasta sentirte más calmado.
- Respiración 4-7-8:
- Cierra los ojos y exhala completamente por la boca.
- Luego, inhala silenciosamente por la nariz contando mentalmente hasta cuatro.
- Aguanta la respiración contando hasta siete.
- Finalmente, exhala completamente por la boca contando hasta ocho.
- Repite este proceso varias veces hasta sentir una sensación de calma y relajación.
Ejercicios de conexión con el presente para recuperar el control
Durante un ataque, es común sentirse desconectado de la realidad y atrapado en pensamientos y preocupaciones abrumadoras. Los ejercicios de conexión con el presente, también conocidos como ejercicios de enraizamiento, pueden ayudar a recuperar el control y volver al momento presente. Algunos de los más efectivos incluyen:
- Observación de los sentidos o técnica 5-4-3-2-1: toma un momento para observar y describir en voz alta cinco cosas que puedas ver, cuatro cosas que puedas tocar, tres cosas que puedas escuchar, dos cosas que puedas oler y una cosa que puedas saborear. Estos pasos te ayudarán a enfocarte en el presente y distraerte de los pensamientos ansiosos.
- Ejercicio de conciencia corporal: Cierra los ojos y lleva tu atención a cada parte de tu cuerpo, desde los dedos de los pies hasta la parte superior de la cabeza. Observa cualquier sensación física que puedas experimentar, sin juzgar ni tratar de cambiar nada. Esto te ayudará a conectarte con tu cuerpo y a sentirte más presente.
- Anclaje sensorial: es una técnica que se utiliza en la terapia cognitivo-conductual para ayudar a las personas a manejar la ansiedad, el estrés y otros estados emocionales negativos. Algunos ejemplos que se pueden realizar durante ataques son:
- Asociar un aroma agradable, como lavanda o menta, con la sensación de tranquilidad.
- Escuchar una canción que produzca sentimientos de felicidad o tranquilidad, y relacionarla con un estado mental relajado.
- Utilizar una técnica de respiración profunda para obtener una sensación de paz y relajación.
- Visualización guiada: encuentra un lugar tranquilo y cierra los ojos. Imagina un lugar tranquilo y seguro, e intenta visualizarlo con todos tus sentidos. Esto puede ayudarte a encontrar calma en momentos de crisis.
¿Cómo buscar ayuda profesional?
Si experimentas ataques recurrentes o sientes que no puedes manejarlos por ti mismo, es importante buscar ayuda profesional de la salud mental, como un psicólogo o psiquiatra. Puede ayudarte a comprender mejor tu situación y desarrollar estrategias efectivas de afrontamiento:
- Consultar a tu médico de cabecera: puede derivarte a un especialista en salud mental y brindarte recomendaciones y orientación adecuadas.
- Buscar un terapeuta: te ayudará a explorar las causas subyacentes de tus ataques y desarrollará estrategias de afrontamiento efectivas según tu situación.
- Considerar la medicación: en algunos casos, los medicamentos recetados pueden ser útiles para controlar los síntomas de ansiedad. Un psiquiatra evaluará tu situación y te recetará medicamentos si es necesario.
Prevención de los ataques de ansiedad
Si bien pueden ser difíciles de prevenir por completo, existen algunas medidas que puedes tomar para reducir la frecuencia y la intensidad:
- Manejo del estrés: aprender técnicas como la meditación, el ejercicio regular y la planificación del tiempo puede ayudar a reducir la ansiedad y prevenir los ataques.
- Asignar límites y prioridades: aprender a decir “no” y establecer límites claros es útil para reducir la carga emocional y el estrés.
- Cuidado personal: priorizar el autocuidado, como dormir lo suficiente, comer bien, hacer ejercicio regularmente y dedicar tiempo a actividades placenteras.
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Superar los ataques de ansiedad puede llevar tiempo y esfuerzo, pero es posible encontrar la calma y la tranquilidad interior. Al comprenderlos, identificar los síntomas y aprender estrategias efectivas de afrontamiento, puedes tomar el control y vivir una vida más equilibrada y pacífica.
Recuerda que cada persona es única y puede requerir diferentes enfoques para manejar la ansiedad. Si los ataques persisten o interfieren significativamente en tu vida diaria, no dudes en buscar ayuda profesional. No estás solo o sola, hay recursos disponibles para ayudarte en tu camino hacia la paz y la felicidad.