El ABC del asma: Todo lo que hay que saber
Con el cuidado y tratamiento adecuados, las personas con asma pueden llevar una vida activa, digna y saludable.
El asma es una de las enfermedades respiratorias más comunes a nivel mundial. Su presencia, según datos de la Organización Mundial de la Salud, se encontró en 262 millones de personas en 2019, y hasta antes del surgimiento del Covid-19, era la primera causa de atención en el Instituto Nacional de Enfermedades Respiratorias de México.
En esta ocasión, te presentamos una guía completa sobre todo lo que hay que saber acerca de esta enfermedad. Desde sus causas y síntomas, hasta su correcto tratamiento. Recordando que siempre será ideal un asesoramiento completo con un especialista.
¿Qué es el asma?
Te recomendamos este videoSe trata de una enfermedad crónica que afecta a los pulmones y a las vías respiratorias. Esta condición hace que las vías se inflamen y se estrechen, lo que dificulta la respiración. Si bien se trata de un padecimiento que puede presentarse en personas de todas las edades, resulta más habitual en niños y personas con alergias detectadas.
Causas y desencadenantes
A pesar de que aún no se tiene una conclusión final, se sabe que el asma puede ser causada por una combinación de factores genéticos y ambientales. Es más probable que esta enfermedad se presente en personas que tengan parientes sanguíneos con dicho padecimiento.
Además, las condiciones ambientales pueden activar los síntomas en personas susceptibles. Algunos de los desencadenantes comunes incluyen alérgenos como el polen, los ácaros del polvo y el pelo de mascotas, irritantes del aire como el humo del cigarro y los productos químicos fuertes, infecciones respiratorias como el resfriado común y la gripe, y el ejercicio físico intenso.
Síntomas del asma
Los síntomas pueden variar de una persona a otra, pero los más comunes incluyen falta de aliento, opresión en el pecho, tos y sibilancias, estos síntomas pueden ocurrir de forma intermitente o ser persistentes. Algunas personas pueden experimentarlos sólo durante ciertas épocas del año o en respuesta a desencadenantes específicos.
Los signos físicos pueden incluir un aumento en la frecuencia respiratoria, uso de músculos accesorios para respirar y una disminución en la saturación de oxígeno.
Diagnóstico adecuado
El diagnóstico del asma se basa en los síntomas del paciente, la historia clínica y los resultados de las pruebas de función pulmonar.
El médico puede realizar pruebas como la espirometría para evaluar la capacidad pulmonar y la presencia de obstrucción en las vías respiratorias. También pueden realizarse pruebas de alergia para identificar los desencadenantes específicos.
Es importante que el diagnóstico sea realizado por un médico especialista en enfermedades respiratorias para asegurar un tratamiento adecuado.
Tratamiento y prevención de ataques
El asma es una enfermedad no transmisible que no tiene cura. Sin embargo, siempre que se siga un tratamiento adecuado, se puede vivir tranquilamente y prevenir ataques severos.
Se utilizan diferentes tipos de medicamentos como los broncodilatadores, los corticosteroides inhalados y los antagonistas de los receptores de leucotrienos. Estos medicamentos pueden ayudar a abrir las vías respiratorias y reducir la inflamación en los pulmones. Además, se pueden utilizar inhaladores para administrar los medicamentos directamente a los pulmones.
Estos inhaladores pueden ser de control y de rescate. Los primeros contienen medicamentos que se utilizan regularmente para prevenir los síntomas y reducir la inflamación en los pulmones. Por su parte, los de rescate contienen broncodilatadores de acción rápida que pueden aliviar los síntomas de forma inmediata.
Control de los ataques
El control de los ataques es fundamental para prevenir la aparición de síntomas graves y reducir el riesgo de complicaciones. Es importante identificar y evitar los desencadenantes directos. Además, se deben seguir las pautas de tratamiento recetadas por el médico y utilizar los medicamentos según lo indicado.
Plan de acción
Un plan de acción para el asma puede ser útil para controlar los síntomas y tomar medidas rápidas en caso de un ataque. Este plan debe incluir los medicamentos a utilizar, las pautas para el uso de inhaladores de rescate y los pasos a seguir en caso de empeoramiento de los síntomas.
El plan de acción debe ser desarrollado en colaboración con el médico y adaptado a las necesidades individuales de cada paciente. Además, es importante revisarlo y actualizarlo regularmente en las consultas.
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Un estilo de vida digno
Además del tratamiento médico, hacer cambios en el estilo de vida puede ayudar a controlar el asma. Algunas medidas que se pueden tomar incluyen evitar los desencadenantes generales, como el humo del cigarro, los alégrenos y los irritantes del aire. Mantener un entorno libre de alégrenos en el hogar, como el polvo y los ácaros, puede ser beneficioso.
Además, se recomienda llevar un estilo de vida saludable, que incluya una dieta equilibrada, ejercicio regular (siempre bajo las medidas adecuadas) y evitar el estrés.
El asma es una enfermedad con la cual se puede convivir, en la mayoría de los casos, sin mucho riesgo. Siempre que seamos conscientes del padecimiento y llevemos a cabo las medidas adecuadas, podremos disfrutar de una vida más saludable.